El escritor indio-británico Salman Rushdie, de 75 años—quien había sido condenado a muerte por Ayatolá Jomeini en 1989 por su novela Los versos satánicos—fue apuñalado el pasado viernes 13 mientras participaba en un acto en Chautauqua, una localidad a seis horas al oeste de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Tras ser operado, continúa en franca recuperación.
La semana pasada,su agresor se declaró inocente, sin embargo confesó su aversión hacia el escritor.
Desde que en 1988 publicó su libro "Los versos satánicos", él y su obra fueron objeto de fatuas o decretos religiosos, en particular del ayatolá Jomeini, líder supremo de Irán, que ordenaba a los musulmanes a matar al escritor porque condenaba al libro como blasfemo.
Sin embargo, según el presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadia en Argentina, Marwan Sarwar Gill, "no existe la blasfemia en el Islam" y que estas fatuas son "un decreto en base a las fuentes del Islam".
"El Corán acepta a las personas que insultan y ordena a los musulmanes a mantener la paz, a contestar con palabras de paz hacia actos o expresiones de odio", explicó en AM750.
"Vimos a lo largo de la historia siempre el argumento de la blasfemia como una herramienta para censurar o eliminar cualquier opinión o cualquier cuestionamiento hacia cierta ideología", agregó.
"Hoy en día pasa este fenómeno en el mundo musulmán y cualquier opinión, sea académica, política o incluso religiosa que se opone a la opinión de ciertos sectores, es censurada o eliminada con el argumento de la blasfemia", remarcó.