"Trabajamos desde un lugar de empatía y sabemos que se dejan huellas muy lindas". Con esas palabras, Claudia Oviedo relató la tarea diaria de quienes integran la Escuela Hospitalaria y Domiciliaria N° 1391, que cumplió 50 años. Allí donde hay niños, niñas y niñes en situación de internación, un grupo de docentes da clases "a pie de cama", con propuestas lúdicas, lectura de cuentos y actividades escolares según la edad. El objetivo de la institución, como se destacó durante el acto aniversario, es garantizar el derecho a la educación de infancias y adolescencia que se encuentran atravesando situaciones especiales de salud.

“Cuando uno habla de trayectoria y habla de las escuelas, está hablando de historias compartidas que han dejado huellas y marcas en la biografía de muchas personas: estudiantes, docentes, padres, familias, médicos y asistentes que han compartido el desarrollo de esta tarea”, dijo la ministra de Educación de la provincia, Adriana Cantero, cuando participó de los festejos por los 50 años. En ese contexto mencionó que se trata de una “gran tarea porque vincula salud y educación, que sin duda son las dos grandes políticas de cuidado que debe tener un Estado".

El trabajo del equipo docente se da en el Hospital Víctor J. Vilela, el Hospital de NIños Zona Norte, el Centenario y el Provincial, donde acompañan a niñas, niños y niñes desde el nivel inicial. "Adaptamos todo lo necesario para esa actividad", relató la directora de la Escuela. Hace 24 años que Claudia es docente y hasta 2020 dio clase en esa institución que ahora dirige. Para ella, la docencia es "desde la parte de acompañamiento en este lugar". Sin embargo, asegura que en muchos casos no es fácil. "Es todo muy variable, de acuerdo a cada situación y al momento. Incluso nos suelen llamar de terapia -con los recaudos necesarios-, porque los médicos consideran que les hace bien", señaló sobre la importancia de su tarea con las infancias y adolescencias.

En ese sentido, aseguró que muchas veces el trabajo se convierte en una "tarea de alto impacto para el docente y en muchos momentos tratamos de que no estén solos, sino con algún par". Este año, entre marzo y mayo, más de un centenar de niños, niñas y adolescentes tuvieron actividad con la Escuela Hospitalaria. "Lo que tratamos de transmitir, más allá de los contenidos escolares, lo que intentamos todos los días y con cada uno de los niños es transmitir esperanza; desde ese lugar trabajamos mucho. Se puede aprender matemática o lengua pero desde un lugar de empatía y sabemos que se dejan huellas muy lindas. La misión de esta escuela es acompañar las trayectorias. Siempre un niño puede aprender y eso nos reconforta mucho", aseguró. 

En el acto aniversario, Cantero agregó que la escuela hospitalaria "desde hace 50 años viene trabajando para garantizar el derecho a la educación de nuestras infancias y adolescencia más allá de situaciones que se atraviesan con alguna dificultad". Y agregó: “La escuela hospitalaria es una modalidad que está en crecimiento en Argentina y en nuestra provincia también. Celebramos que estos 50 años nos encuentre con una escuela que da la oportunidad para garantizar a niños, niñas y adolescentes nada más y nada menos que el derecho a la educación”.

En el mismo acto, Oviedo se refirió a las iniciadoras de la escuela: “Podemos imaginar que no escatimaron esfuerzos para lograr sus objetivos de garantizar el derecho a la educación a todas las niñas y los niños en situación de enfermedad. En nombre de Esperanza Giménez Rafuls, y de todas las docentes que la acompañaron, anhelamos estar rindiendo el mejor homenaje hacia ellas, que sentaron las bases”.