Casi 200 dirigentes, abogados e investigadores vinculados con los derechos humanos publicaron una carta que define a la propuesta de nueva Constitución chilena como "un gran avance para la consagración de los derechos humanos". Entre los firmantes del documento, que llama a superar "el periodo más oscuro de la historia chilena", se encuentran la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el exjuez Baltasar Garzón; el expresidente del gobierno de España, José Ruiz Rodríguez Zapatero; y la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas. El presidente de Chile, Gabriel Boric, apeló este fin de semana a la unidad a dos semanas de que los chilenos aprueben o rechacen en las urnas la propuesta de nueva Carta Magna en una de las votaciones más cruciales y polarizadas desde el fin de la Dictadura.

"Una nueva Constitución de la dignidad"

La "Declaración de Apoyo Internacional a la propuesta Constitucional de Chile" señala que en un país que "vivió en carne propia las más dolorosas violaciones a los derechos humanos, se levanta ahora una oportunidad para reafirmar su importancia e inspirar a las naciones del mundo". Los firmantes sostienen que "resulta particularmente relevante que esta propuesta constitucional haya emanado de un proceso democrático, participativo e inclusivo, en una asamblea paritaria y con integración especial de representantes de los pueblos originarios, resguardando los derechos de todas y todos los habitantes del país".

En otro tramo del documento, aplauden "la centralidad que la propuesta constitucional le entrega a los derechos humanos económicos, sociales y culturales", unos derechos que muchas veces quedaron en segundo plano y ahora son "reconocidos como principios orientadores del rol del Estado Social y Democrático de Derecho, llevando a Chile a los más altos estándares internacionales en la materia".

A su vez, "la propuesta de nueva Constitución para Chile garantiza rigurosamente el principio clave de la universalidad de los derechos humanos, que implica que todas y todos gozan del mismo derecho a gozar de los derechos humanos". Desde la perspectiva de los autores, el texto "viene a superar el periodo más oscuro de la historia chilena, que arrastra heridas abiertas y cuya sociedad clama aún por verdad y justicia". 

"El hecho que sea precisamente un país que ha vivido tanto sufrimiento el que presente esta propuesta constitucional sanadora y libertaria que será un gran aporte a la dignidad humana, nos hace abrigar la esperanza que su aprobación asegurará a las futuras generaciones que nunca más en Chile se repetirá tal barbarie", sostienen los firmantes, que confían en que de aprobarse esta "nueva Constitución de la dignidad", el país sudamericano "se convertirá en un referente para el mundo".

Días atrás se sumaron a defender el proyecto de nueva Constitución unos 40 prestigiosos economistas y cientistas políticos de todo el mundo. "Tomada en conjunto, creemos que la nueva Constitución crea una estructura legal que tendrá éxito en preparar a Chile para un nuevo siglo de crecimiento equitativo, con perspectivas de atraer inversión, proteger la estabilidad financiera y promover el desarrollo para todos los chilenos", destacaron en una carta conjunta los firmantes entre quienes figuran economistas como el francés Thomas Piketty, el estadounidense James K. Galbraith y la italiana Mariana Mazzucato.

Boric pide unidad

El sábado, Gabriel Boric llamó a imitar el compromiso del libertador Bernardo O'Higgins "de trabajar incansablemente por la patria, por la unidad de la patria, es algo que en estos momentos en donde hay división, tenemos que rescatar". En la conmemoración del natalicio de quien es considerado uno de los padres de la patria, el presidente chileno aseguró: "Es en la unidad de Chile donde sale lo mejor de los chilenos y chilenas y lo mejor de nuestra patria".

"Si es que gana el Rechazo, vamos a tener que enfrentar un nuevo proceso constituyente, una nueva Convención. Eso va a tomar, por cierto, más tiempo; pero el pueblo de Chile ya se definió por tener una nueva Constitución que sea escrita de manera democrática", expresó Boric más tarde en diálogo con Radio Macarena. También dijo que en caso de que gane el Apruebo "vamos a tener que hacer mejoras, hacer reformas, vamos a tener que convocar, en donde yo me voy a plantear desde una posición de humildad".

Expectativas de cara a un voto crucial

Más de 15 millones de chilenos están llamados a las urnas el cuatro de septiembre para decidir si desean aprobar la nueva Constitución o mantener la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada parcialmente en democracia. Los últimos sondeos publicados el jueves, cuando empezó la veda para divulgar encuestas, revelaron que se mantiene la tendencia a rechazar el texto, con una diferencia de más de diez puntos.

El nuevo texto, redactado durante un año por una Convención paritaria y con representación indígena, compuesta por 154 personas electas, busca implementar un Estado que garantice derechos sociales, como reclamó la ciudadanía en las protestas de 2019. Según cifras del Servicio Electoral (Servel), los aportes financieros para las dos campañas son muy desiguales: la opción del Rechazo recibe el 76 por ciento de esos fondos, contra el 24 por ciento para el Apruebo.