El ex futbolista y productor agropecuario Gabriel Batistuta fue embargado por la Justicia Federal de Reconquista por más de 71 millones de pesos a partir de una demanda de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por el incumplimiento en el pago del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas, aprobado por el Congreso para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus. El ex goleador de la Selección Argentina había presentado una medida cautelar para no pagar el tributo pero tanto en primera como en segunda instancia se desestimó su pedido y se dio lugar al embargo preventivo.
Luego de que el Congreso Nacional aprobó la ley que estableció el Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia a fines de 2020, Batistuta fue una de las figuras públicas que se manifestó abiertamente en contra del mismo y rápidamente solicitó una medida cautelar para impedir que AFIP avance en el cobro del también llamado “impuesto a la riqueza”. En un primer momento, la medida cautelar la presentó ante el fuero en lo Contencioso Administrativo N° 4 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al considerar inconstitucional la obligación de pagar el Aporte Solidario, pero el Tribunal se declaró incompetente y remitió la solicitud a Reconquista, de donde es oriundo y en cuya zona posee unas 126 mil hectáreas de campo.
La solicitud recayó en manos del juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, quien desestimó en mayo la medida cautelar pedida por el ex jugador de Newell’s, Boca y River, entre otros equipos, para no pagar el tributo. La defensa de Batistuta apeló, por lo que el caso pasó a la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia. Sin embargo, el Tribunal de Alzada de la capital de Chaco, integrado por las juezas María Denogens, Rocío Alcalá y Patricia García, aprobó la resolución del juez el 29 de junio pasado, por lo cual quedó desestimado el planteo. Cerrada esa etapa del litigio, Alurralde hizo lugar a la demanda presentada luego por AFIP y el pasado 17 de agosto ordenó el embargo preventivo sobre tres inmuebles del empresario agropecuario. Según informaron medios porteños, el embargo es por $71.096.882,09, de los cuales $46.059.135,85 son en concepto de capital y los restantes $25.037.746,24 por intereses.
El camino que eligió Batistuta para no afrontar el tributo aprobado por el Congreso fue una de las opciones elegidas por algunos de los contribuyentes alcanzados ya que otros optaron por esperar una resolución del Tribunal Fiscal y algunos prefirieron pagar el impuesto y judicializar después, es decir, conseguir en los tribunales una devolución de lo pagado. Esto es porque por el momento no hay una definición de fondo sobre la inconstitucionalidad del tributo, argumento que esgrimen aquellos que no quieren pagarlo.
La semana pasada, mientras esperaba que la Cámara Federal de Apelaciones se expida sobre la causa, Batistuta otorgó una entrevista a La Nación Deportes en la que volvió a dejar en claro por qué no está de acuerdo con el impuesto. "No me parece justo que yo tenga que pagar por cosas que no hicieron los gobiernos anteriores. Resulta que vos ganaste cosas, tuviste suerte en la vida y ahora sos un mal tipo. Otra herencia de la famosa grieta. Me rompí los dos tobillos, yo no robé un peso, pero sin embargo, soy un hijo de puta. En todo caso, si querés, sería un tipo no generoso, supuestamente. Yo tengo una empresa de ropa acá, pago millones de pesos de impuestos por el campo”.
La postura del ex Fiorentina sobre este y otros temas se acerca al discurso de legisladores y dirigentes de Juntos por el Cambio, espacio político que lo tentó varias veces para encabezar una candidatura en la provincia y con el que tiene recurrentes contactos. Sin ir más lejos, en marzo de este año se reunió en un bar rosarino con Germán Pugnaloni, vicepresidente del PRO en Santa Fe. Incluso la senadora nacional Carolina Losada se hizo eco de este encuentro en redes sociales y celebró la reunión escribiendo “Genios los tres”, ante el posteo de una foto en la que se los ve a Batistuta, Pugnaloni y el abogado Marcos Ameriso, amigo en común de los dos.