El gobierno de República Dominicana informó que se encuentra "avanzada" la primera fase de construcción de un muro en la frontera con Haití que tendrá como objetivo el “control del movimiento transfronterizo”, una medida que es criticada por organizaciones sociales.

El Ministerio de Defensa explicó que primera etapa consta de una construcción de 54 km de largo, con 19 torres de vigilancia y control, y que se espera culmine en febrero de 2023. Mientras tanto, la segunda etapa prevé sumar  110 km más a la edificación. En total, los países vecinos comparten una frontera de 376 km que divide a la isla de la Española en dos.

La obra, que tendrá una inversión aproximada de 31 millones de dólares, “conformará una infraestructura adecuada para regular los movimientos de personas, vehículos, comercio y las complejas situaciones sociales”, señaló el Ministerio a través de redes sociales.

Al comienzo de la obra, el Ministro de Defensa, teniente Carlos Luciano Díaz Morfa, dijo que se trata de la medida "la más trascendental en materia de seguridad en toda la frontera", según señaló al medio dominicano Diario Digital.

En la misma línea, el presidente Luis Abinader manifestó que “la construcción de esta verja inteligente en la frontera, beneficiará a ambos países, ya que permitirá controlar de forma mucho más eficiente el comercio bilateral”, escribió en febrero en redes sociales.

La organización Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) mostró preocupación por el proyecto y señaló que las medidas de seguridad nacional “carentes del enfoque de derechos, tal como la construcción de muros, generan y/o agudizan los problemas relacionados con las migraciones”.

Asimismo, alertaron por el riesgo de “exacerbar la discriminación contra las personas dominicanas de ascendencia haitiana”, “aumentar los niveles de pobreza” para quienes trabajan en la frontera y “legitimar discursos de odio y violencias por parte de grupos nacionalistas e incluso extremistas”.

Por su parte, el coordinador de la Plataforma de Género del Noroeste de Haití, Jesula Blanc, explicó que los migrantes, muchas veces traficados por redes criminales, entienden que en "zonas que hay militares, hay que dar dinero", dijo al portal InSight Crime.