“Los trabajadores cooperativistas, precarizados y las familias pobres despedimos con profundo dolor los restos mortales de nuestro querido SMVM. Lo recordaremos con tristeza ante cada litro de aceite incomprable, y ante cada remarcación de precios de la que nos toque ser testigos”, decía la invitación a la protesta. Un grupo de movimientos sociales llevó un ataúd frente al Ministerio de Trabajo para representar el entierro del Salario Mínimo Vital y Móvil mientras, adentro, el ministro Claudio Moroni encabezaba la sesión del Consejo del Salario. Lo habían velado, el viernes, en la Plaza de Mayo.
Las organizaciones sociales se manifestaron así contra la pérdida de poder adquisitivo de la principal referencia salarial del mundo del trabajo, que luego de haber tenido un aumento del 45 por ciento en marzo, la inflación dejó debajo de la línea de indigencia. Su monto no sólo es el piso para los salarios de convenio, sino que también determina la paga del Plan Potenciar Trabajo, fijado en la mitad del mínimo.
La despedida del salario fue escenificada en muchas localidades del interior del país. En la Ciudad de Buenos Aires, el cortejo salió desde la Plaza de Mayo, que amaneció con el cajón frente a la Casa Rosada, rodeado de coronas mortuorias.
Marianella Navarro, vocera del FOL, señaló que las organizaciones "cuestionamos un salario que no es vital y que es sólo mínimo, que no garantiza ni lo indispensable para cubrir las necesidades básicas de una familia trabajadora. Todos los recientes anuncios del gobierno han sido orientados en favor de los organismos internacionales y de los que siempre ganaron. Mientras los dueños del campo, el poder real están sentados sobre los silobolsas sin que el Estado haga nada, a los pobres se los estigmatiza y se los culpa de la pobreza. Ese es el cuadro de enorme desigualdad que vive la Argentina".
El Frente de Organizaciones en Lucha, el MTD Aníbal Verón, Resistencia Popular, la Federación de Organizaciones de Base, el Frente Darío Santillán y el MTR por la Democracia Directa fueron los organizadores de la actividad, con la que reclamaron la reducción de la jornada laboral a 6 horas, “para trabajar todos, sin bajar los salarios”, y otras demandas como un refuerzo de ingresos para trabajadores y jubilados y la quita del IVA a los productos de la canasta alimentaria.
Por su parte, una delegación del Polo Obrero y otras organizaciones de la Unidad Piquetera fueron a la CGT a dejar un petitorio para que la central obrera reclame ante el Consejo del Salario un estipendio mínimo de 111 mil pesos, el valor de la Canasta Básica, y defina un plan de lucha. Y a las 10 de la mañana marcharon desde el Obelisco hasta el ministerio.
Eduardo Belliboni, titular del Polo Obrero, criticó al Gobierno y a las centrales obreras. “No se puede permitir que en la Argentina el que trabaja todo el día no gane ni para comer. ¿A quién consultó la CGT para hacer su propuesta de salario mínimo? ¿Qué asamblea mandató a la CGT y a la CTA para fijar un salario? Ninguna, están preocupados discutiendo con Massa cuál va a ser el ajuste. Llamamos a las organizaciones oficialistas, a los movimientos sociales, la CGT y la CTA a romper con el Gobierno ajustador”. También cuestionó la designación como viceministro de Economía de Gabriel Rubinstein. "Es un hombre que está a la derecha de López Murphy, está a la derecha de la derecha. Es una señal muy clara: con este equipo que acaba de armar Massa el ajuste se va a profundizar, al servicio del pago de la deuda externa.