La embajada británica en Argentina ha organizado un provocador concurso para pagarles un viaje a las islas Malvinas a estudiantes universitarios de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay, para que conozcan a sus “vecinos de las islas Falkland”, como los ingleses denominan a las islas argentinas, usurpadas por su vetusto y vil colonialismo.
Ello me hizo recordar la contundente respuesta del querido pueblo peruano ante la Guerra de Malvinas de 1982. Yo había tenido que emigrar a este hermano país y fui testigo y participante de la enorme reacción popular y adhesión a la legítima causa continental que significaba (y significa) la defensa de nuestro territorio.
El diario El Comercio de Lima, en su edición del 13/5/82, consignó: “Una impresionante multitud recorrió ayer las calles de Lima y convergió a la Plaza San Martín, en una demostración de solidaridad con Argentina y de rechazo a las pretensiones coloniales del Imperio Británico”. Agregando: “La más grande manifestación política de los últimos años fue escenificada ayer en Lima”. “Lima se vistió ayer durante cinco horas de celeste y blanco, los colores de la bandera argentina, para expresar su solidaridad con ese país en su lucha con Gran Bretaña”.
Por su parte, el diario La República del mismo día 13, destacaba: “La mujer peruana, como la residente argentina, estuvo en primera fila rechazando la agresión británica”. Registrando, a la vez, opiniones de diversos referentes políticos, tales como: “Nunca he visto en el país un acto de solidaridad como este en apoyo a Argentina”. Y “La demostración de solidaridad para con el pueblo argentino quedará grabada en la mente de todos los peruanos, sin distingo alguno”.
Días antes, el 7 de mayo, los periódicos (entre ellos El Diario de Marka y El Comercio) daban cuenta del pronunciamiento público de un numeroso grupo de políticos e intelectuales, rechazando la agresión británica y respaldando el derecho argentino sobre las Islas Malvinas.
Recuerdo, con emoción, aquella marcha de 1982 en Lima acerca de la cual se publicó en el diario El Comercio una foto donde aparecemos, conjuntamente con otros dos cientistas sociales argentinos (Arturo Fernández y Javier Slodky, ambos ya fallecidos), con un epígrafe que menciona “Un residente argentino (se trataba de Javier) con su pequeño hijo en hombros recorrió sin pestañear los tres kilómetros, entre el Campo de Marte y la Plaza San Martín”. En rigor, era su pequeña hija.
Y me siento reconocido, una vez más, en el sentimiento de solidaria hermandad que nos brindó el pueblo peruano, en la búsqueda imperecedera de la independencia definitiva de nuestra América.
La pregunta de por qué los ingleses tienen fama de imperialistas sigue vigente. La historia real y concreta no admite desmentidas. Irlanda, Escocia, Gales, India, Hong Kong, Gibraltar, Malvinas, Nueva Amsterdam (Nueva York), Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Samoa, Jamaica, Trinidad y Tobago, Bermudas, Granada, Bahamas (Guyana), Barbados, Guyana Británica, Honduras Británica (Belice), Chipre, Malta, Ceilán (Sri Lanka), Birmania (Myanmar), Nepal, Qatar, Singapur, Egipto, Sudán, El Cabo, Sudáfrica, Rhodesia, Ghana, Nigeria, Uganda, Kenia, Sierra Leona, Gambia, entre tantos otros, soportaron y padecieron su presencia colonial. Aún en este siglo XXI, de los 16 enclaves coloniales supervivientes, 10 pertenecen a Gran Bretaña.
La indigna Albión no se privó (ni se priva) de nada para mantener su perfil imperial. Y ahora nos vuelve a provocar con este obsceno concurso para visitar nuestras Islas Malvinas.
* Norberto Alayón es trabajador social, ex vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).