Desde la ruptura del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados pasaron ocho largos meses. En ese tiempo, el interbloque de Juntos por el Cambio quedó acéfalo: tras la salida de Mario Negri, ya nadie ocupa la presidencia. Por la distribución de las bancas, el PRO era el candidato a ocupar ese lugar con su presidente de bancada, Cristian Ritondo, pero un veto de Elisa Carrió frenó la designación. Ahora un sector del PRO, cercano a Mauricio Macri, volvió a proponer que se avance con la designación de Ritondo. Pero el futuro candidato a gobernador no está decidido a avalar esa movida por el momento y los radicales se quieren mantener lo más lejos posible de otra polémica con Carrió.
Fueron solo algunos días de paz después de las declaraciones de Carrió con acusaciones que bordeaban imputarles delitos a su aliados, mezcladas con la idea de que algunos quieren acordar con Sergio Massa. Este miércoles se deberá reunir la mesa nacional de Juntos por el Cambio y allí se volverán a ver las caras los integrantes de los distintos espacios, incluida la Coalición Cívica (Carrió nunca concurre ni se conecta, así que está descartado que ella aparezca).
Pero las discusiones con Carrió reflotaron un tema que supuestamente se iba a terminar de definir en marzo pasado, pero que nunca se resolvió: quién va a ocupar la presidencia del interbloque de JxC. Su anterior ocupante, Negri, debió dejar el lugar cuando perdió parte de su bancada, tras la escisión del sector de Martín Lousteau en otro bloque. Pero Ritondo nunca pudo llegar por el veto de Carrió. Ahora, algunos en el PRO consideran que habría que saltear ese veto, habida cuenta de que son el bloque mayoritario, con 53 bancas sobre las 116 de Juntos por el Cambio (que tiene un total de diez espacios en el interbloque: la UCR con 33 diputados, Evolución Radical con 12; la Coalición Cívica con 11 y luego una sucesión de bloques más pequeños o monobloques).
Entre los que empezaron a plantear que hay que revisar esta situación de inercia están el diputado santafesino Federico Angelini --cercano a Macri--, el pampeano Martín Maquieyra y el mendocino Omar de Marchi, que integra la mesa de armado nacional de Horacio Rodríguez Larreta. Este sector plantea que hay que hacer valer los números e imponer un presidente de bloque.
Pero cerca de Ritondo se muestran cautos: "Todavía no estamos pensando en plantear esto", dicen. Lo que revela que el bloque del PRO no está unificado en esta postura.
Los radicales en cambio sí tienen en claro algo: ninguno tiene ganas de meterse en una pelea por Carrió, y menos por un cargo como la presidencia del interbloque, que no tiene mayor brillo en un momento en el que el Congreso está permanentemente en una suma cero entre oficialismo y oposición. "Ritondo tiene más para ganar recorriendo la provincia como candidato que peleando la jefatura del interbloque", analizaban en Juntos por el Cambio.
En definitiva, ni los radicales ni la Coalición Cívica piensan que vaya a discutirse realmente una designación para la presidencia del interbloque, que seguiría así en un limbo eterno. En particular, en el espacio de Carrió no ven con buenos ojos que la cuestión se reflote ahora, porque dan por seguro que su líder volverá a la carga con su veto a Ritondo y volverá a plantear sus denuncias contra los aliados. Y eso es algo que nadie, pero nadie quiere dentro de JxC.