La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, bailó, bebió y se divirtió en una fiesta en casa de unos amigos, pero según los resultados del test de drogas al que se sometió cuando se difundió el vídeo del encuentro, no tomó ningún estupefaciente.
Marin decidió hacerse la prueba el viernes, después de que la presión mediática y de parte de la oposición fuera en aumento y se cuestionara su capacidad de compaginar el Gobierno del país y su vida privada.
Según un comunicado del Gobierno finlandés publicado este lunes por la tarde, “en la prueba de drogas realizada a la primera ministra Sanna Marin el 19 de agosto de 2022 no ha encontrado ninguna droga”.
“Aunque la petición de que me hiciese una prueba me ha parecido injusta, por mi propia seguridad jurídica y para aclarar cualquier duda, me he hecho un test hoy”, anunció el viernes en una conferencia de prensa.
En ese momento, la primera ministra aseguró que su capacidad para ejercer su trabajo no se había visto afectada durante la fiesta y que si hubiese sido necesario, habría abandonado la reunión.
El video de la discordia
El video difundido, que muestra a Sanna Marin bailando y haciendo la fiesta con amigos y personas famosas, fue reproducido ampliamente en las redes sociales, causando controversia y forzando a la dirigente a aclarar lo sucedido.
Incluso los representantes del Partido Centro —socio de Marin en la coalición de gobierno— le recomendaron a la mandataria que “se sometiera voluntariamente” a un test.
Un test, un desayuno y un escote
No es la primera vez que la primera ministra finlandesa se ve envuelta en una polémica relacionada con sus salidas nocturnas. En diciembre del año pasado, se tuvo que disculpar públicamente por no aislarse tras el positivo por covid del ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, con quien había estado en contacto.
Como explicó Marin, le enviaron dos mensajes de texto informándole de la situación y recomendándole aislarse mientras se encontraba en una discoteca, pero no los vio hasta el día siguiente porque había dejado en casa el teléfono móvil profesional.
Además, un medio local reveló que ella y su familia gastaron unos 850 euros al mes de los fondos públicos en desayunos. Esto fue confirmado en un comunicado del gobierno finlandés, que informó que, entre enero de 2020 y mayo de 2021, la primera ministra gastó en alimentación en su residencia oficial 14.363,20 euros, es decir, unos 845 euros al mes. “Esta cantidad incluye tanto los artículos de desayuno como otras comidas frías”, agregó el escrito.
Tras las acusaciones en su contra, Marin dijo que creía estar siguiendo las normas tal como se le explicaron cuando asumió el cargo en 2019. “No tenía ni idea de que hubiera ninguna falta de claridad sobre la asignación para el desayuno”, dijo en ese momento a la emisora nacional YLE.
La funcionaria recibió también una oleada de comentarios misóginos por su elección de un saco escotado para brindar una nota en una revista.
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