El gobierno dispondrá en los próximos días una reducción en el plazo para las importaciones temporarias, mayor cantidad de bienes con licencias no automática y una revisión de las contrataciones de servicios en el exterior, adelantaron fuentes oficiales. Las medidas son en respuesta al crecimiento de las importaciones y buscan cuidar los escasos dólares que tiene el Banco Central. De hecho, este lunes el Indec informó que el intercambio comercial registró un déficit de 437 millones de dólares, contra un superávit de 1536 millones registrado en igual mes del año pasado.
La AFIP y la Aduana reforzarán el control sobre las importaciones de 34 posiciones arancelarias que tenían Licencias Automáticas y quedarán en Licencias No Automáticas (LNA), con el objetivo de prevenir y controlar la sobrefacturación. El listado incluirá a helicópteros, aviones de lujo, yates, veleros, máquinas tragamonedas, whisky, placas para minar criptomonedas, entre otras. En la actualidad el 72 por ciento de las importaciones gozan de licencias no automáticas de importación y con esta modificación se reducirá a 62 por ciento, confiaron las fuentes.
Además, reducirán el plazo para las licencias de importaciones temporales, que comprende a bienes que se adquieren en el exterior para la confección final de artículos que luego serán exportados. En la actualidad el plazo previsto en el decreto 1330 de 2004 es de 360 días, prorrogable por un lapso similar. A partir de la modificación el plazo inicial será de 120 días, con un máximo de 240 días.
Entre enero y julio de este año ingresaron por este sistema 3.100 millones de dólares en bienes, de las cuales 1.600 millones de dólares fueron poroto de soja que se importan mayormente de Paraguay para su industrialización en el país. Además, las empresas deberán pedir un permiso antes de realizar ese tipo de importación ante la Secretaría de Comercio y la AFIP, que serán las dependencias encargadas de ver la capacidad que tienen estas compañías para llevar adelante la tarea que quieren realizar con ese bien que se importa de manera temporaria.
La AFIP modificará además la Capacidad Económica Financiera (CEF), con el objetivo de frenar una “sobrefacturación de servicios”. Actualmente, el CEF sirve de primer filtro para obtener un permiso de importación (SIMI) y ya en febrero pasado sirvió para lograr un período importante de ralentización sin compras en el exterior. Fuentes oficiales indicaron que los cambios en esa fórmula no sólo afectarán a los servicios, sino también a los bienes. Los funcionarios sí señalaron que los importadores de servicios deberán completar un nuevo registro, que podría funcionar como una SIMI.
En el primer semestre las importaciones de servicios sumaron 5500 millones de dólares, incluyendo consultorías, software o seguros, los cuales han tenido un crecimiento significativo en los últimos meses, precisaron las fuentes. “No es ilegal contratar servicios en el exterior, lo que no queremos es que se hagan maniobras de sobre facturación”, subrayaron.
Festival de importaciones
Según un informe reciente de CEPA, advierte que si bien parte del elevado crecimiento de las importaciones responde a factores estructurales (la actividad económica es fuertemente dependiente de las importaciones) y coyunturales (el impacto de la guerra y la salida de la pandemia en los precios internacionales), se observa una divergencia entre rubros como bienes intermedios y de consumo, que sí están en niveles superiores a los que deberían.
Las profundizaciones de las políticas de administración del comercio exterior aplicadas desde marzo no alcanzaron para corregir ciertos sesgos de la coyuntura (sobrestocks /fuga) ni compensar los mayores requerimientos por las importaciones energéticas.
CEPA remarca que, de un universo de más de 24.000 empresas importadoras, solamente 20 explican el 55 por ciento de la variación nominal alcanzada en los primeros seis meses de 2022, respecto del año anterior.