El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró este lunes, en entrevista con el informativo de TV Globo, que respetará las elecciones presidenciales si es vencido por su principal rival electoral y máximo favorito, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, y subrayó que “las elecciones limpias deben ser transparentes y respetadas”.

Asimismo, habló sobre el sistema de las urnas electorales -que en diversas instancias criticó- y aseguró que el presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, se reunirá con el ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira, para poder tratar el tema.

“Tendremos elecciones. El ministro Moraes acaba de asumir. Mañana tiene una reunión con el ministro de Defensa para discutir la transparencia. Estoy seguro de que hablarán y llegarán a un buen mandato”, dijo.

Por otro lado, ante la consulta sobre la diferencia existente entre los indicadores económicos desde que asumió la presidencia en 2018 y la actualidad, Bolsonaro explicó que empeoraron como una consecuencia del coronavirus, del conflicto Bélico entre Rusia y Ucrania, y la sequía en 2021.

“¿Qué pretendemos hacer? Seguir exactamente en la política que veníamos desde 2019. La gran vacuna a favor de la economía en 2019 fueron las reformas, como la del Seguro Social”, ejemplificó.

Finalmente, en referencia a los ataques hacia los ministros, aclaró que tuvo un entredicho con Moraes porque “subió la temperatura” pero que ahora el vínculo “es pacífico”.

“Las medidas que estaba tomando este ministro eran cuestionables. Incluso allá atrás, la fiscal Raquel Dodge dio un dictamen para que esta investigación deje de existir y sigue existiendo. La temperatura subió. Hoy, según todos los indicios, está pacificado; espero sea una página pasada”, concluyó.

Las relaciones entre Moraes y Bolsonaro no han sido las mejores desde que el presidente del TSE, mientras era juez de la Corte, lo mandó a investigar en un caso sobre la divulgación de noticias falsas y ataques a la democracia al poner en duda el funcionamiento de las máquinas de votación electrónica y el sistema electoral.

Como respuesta, Bolsonaro pidió al Senado abrir un proceso de destitución en su contra por abuso de poder e inició una campaña de desprestigio que tuvo su punto más álgido durante un discurso a principios de setiembre en avenida Paulista de San Pablo.

"Cualquier decisión de Alexandre de Moraes, este presidente no la cumplirá más. La paciencia se agotó", amenazó el mandatario ante seguidores, algunos de los cuales pedían prisión para los jueces del TSE. 

Sin embargo, horas antes de que Moraes asumiera su actual cargo, se reunió con el mandatario en una conversación que fue calificada como "muy buena y tranquila".