Personas con ceguera total o parcial de Catamarca, aprenden a cocinar y manejarse en ámbitos gastronómicos junto a un chef que brinda un taller gratuito en la municipalidad de la Capital. Fernando Boffo contó a Catamarca/12, cómo los participantes fueron perdiendo el miedo al fuego y a los objetos cortantes y tendrán la posibilidad de una salida laboral como ayudantes de cocina.
Boffo a cargo del Proyecto Gastronomía Inclusiva, quien junto a la chef Agostina Morales, está a cargo de la capacitación, contó que “el proyecto nació durante la pandemia. Lo desarrollé por una capacitación, como una especie de atención al público para personas ciegas y de baja visión y se me ocurrió fusionarlo con la gastronomía. Comencé a consultar con personas ciegas y de baja visión, me dijeron que era muy viable y lo comencé a desarrollar. Luego le comenté a la profesora Sandra Brizuela, que me acompañó en el proyecto, y hoy por hoy se está desarrollando en órbitas de la Municipalidad, con el apoyo de la intendencia de Gustavo Saadi”, indicó.
Con respecto al tipo de labor que realizan los participantes, el chef consideró que “trabajamos mucho con habilidades de la vida diaria de ellos, pero al comienzo había como un temor, pensaban que no iban a poder ir más allá en las técnicas gastronómicas, pero a medida que se fueron desarrollando las clases, nos dimos cuenta que iban incorporando los conocimientos y los aplicaban. Hay muchos que viven solos y esto les sirve para su vida diaria, su desarrollo y desenvolvimiento, porque significa la pérdida del temor a trabajar en una cocina, prender un horno, usar una cuchilla u objetos cortantes. Todo esto nos dice a las claras que todo se puede hacer con paciencia y con técnica”.
El curso se lleva a cabo en la Cocina Inclusiva que está en Güemes y 9 de julio de la ciudad de San Fernando de Catamarca. Técnicos del Nodo Tecnológico colaboraron con el emprendimiento mediante un mapeo del lugar, así las personas que llevan a cabo el taller, mediante un código QR, obtienen una guía en braille, para que no tengan dificultades a la hora de recorrer el edificio. “Además de que les sirve porque tienen una idea mucho mejor de la disposición de la cocina, de la entrada de los baños, etc., ese código les proporciona la receta de lo que se va a cocinar cada día”, relató el cocinero.
“Tenemos dos comisiones, una de 12 y otra de 15 alumnos y avanzamos a pasos agigantados, es increíbles cómo se adaptaron los chicos a la cocina, nos sorprendimos muchísimo”. Las personas que asisten actualmente al taller tienen, aproximadamente, entre 20 a 55 años. Algunas son ciegas o tienen alguna disminución de la visión. “Están mezclados, y entre ellos se colaboran y se ayudan, que también era un poco la idea del proyecto; ayudar a integrarlos. El objetivo principal, es insertarlos en el mercado laboral desde una base de ayudante de cocina, por lo que trabajamos con técnicas y todo el desarrollo que hay para la cocina inclusiva”.
En este sentido, el Chef relató que en la cursada trabajan con temas como técnicas de punto de cocción, higiene, alimentación saludable; para lo que tienen la colaboración de una nutricionista y “esta semana vamos a tener el apoyo de una licencianda en Bromatología, para trabajar en la higiene y seguridad de alimentos”.
Indicó que abordan temáticas relacionadas a técnicas de amasado, pastas rellenas y secas -para lo que se brinda un taller especial-, puntos de cocción en carnes y masas, “lo que los chicos desarrollaron de manera excelente y trabajaron con fuego, en la parte de salteado de los alimentos”
“El taller es bastante completo, lo dividimos en cuatro unidades y en diciembre vamos a llegar con una última unidad y tener una etapa evaluativa, lo que va a determinar quién aprueba y quien no, pero como se trata de un grupo bastante homogéneo, creo que vamos a llegar finalizando con casi todos los integrantes”, explicó el especialista, anticipando que para el año que viene, también se proyecta trabajar en la continuidad de este proyecto.
El encargado de la capacitación explicó que la semana pasada el curso se focalizó en la presentación de platos. “Trabajamos con carne, una bondiola a la cerveza negra con colchón de papas y ellos mismos lo presentaron. Todo condimentado y cocinado por ellos, es decir que los resultados ya están a la vista. Nos falta bastante, pero tenemos un camino marcado, con la idea de seguir con el proyecto”.
Sobre los contenidos y el alcance del proyecto para el año que viene, Boffo anticipó que tienen previsto esta semana mantener una reunión con representantes de la municipalidad, al estar desarrollando el proyecto mediante la Administración de Consejos Multisectoriales, ya que la intención es definir cómo se va a continuar el año que vienes.
“Queremos incorporar algunas herramientas más, y las novedades que haya en cuanto a tecnología en la gastronomía”, dijo, agregando, que los insumos y todo material necesario para el taller, es provisto por la Municipalidad, “desde los insumos y materiales que necesiten los chicos, como los delantales, los guantes, como el resto de elementos necesarios para que desarrollen la actividad. El curso es gratuito y los participantes tienen todo lo que necesitan para llevarlo adelante”.