La primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, pronunció este martes un discurso en contra de la elección de candidatos de izquierda y dijo, sin pruebas, que las iglesias serán perseguidas si un opositor a su esposo gana la carrera presidencial.
"Oren por los que están siendo engañados. Ojos espirituales, oídos espirituales, estamos viendo lo que está haciendo el comunismo en los países, persiguiendo iglesias, quemando iglesias católicas, perseguirá a los cristianos en Brasil", declaró durante un servicio presidido por la pastora Camila Barros, en la localidad de Taguatinga, en la región metropolitana de la capital brasileña.
Ferviente evangelista, Michelle pidió la "ayuda del buen Dios" y la "protección del cielo, del amor y la paz" frente a "un enemigo que únicamente quiere destruir", en referencia al exmandatario, y favorito en las encuestas de intención de voto, Luiz Inácio Lula da Silva.
La semana pasada, el presidente llegó a decir que, de triunfar, Lula cerraría iglesias, algo desmentido inmediatamente por el exmandatario.
El voto evangélico es un botín muy preciado en la política brasileña. En las últimas semanas, Michelle participó en varios actos con pastores evangelistas de cara a las elecciones, a fin de intentar reducir las distancias electorales.
El segmento evangélico es uno de los pocos donde Bolsonaro supera a Lula, según la última encuesta del instituto Ipec. El actual mandatario tiene la preferencia del 47% frente al 29% que prefiere al líder izquierdista.
Lula rechaza uso de Iglesia como "escenario político"
En un reciente acto de campaña en San Pablo, Lula defendió el estado laico y rechazó el uso de la Iglesia como "escenario político".
"Defiendo el Estado laico; el Estado no tiene que tener religión (...) y las iglesias no tienen que tener partido político", dijo Lula ante miles de personas.
"Hay personas que (...) están haciendo de la Iglesia un escenario político o una empresa para ganar dinero", señaló en alusión directa a Bolsonaro.
"Cuando quiero conversar con Dios, no preciso padres o pastores; puedo encerrarme en el cuarto y conversar con Dios cuantas horas quiera, sin necesitar favores", añadió Lula.