El vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, confirmó que se pone a total disposición de la Justicia, luego que la Fiscalía anunciara este martes que se lo investigará por el caso de presunto soborno, tal como lo asegura el Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.).
"Todos los ciudadanos estamos a disposición" de la Justicia, aseguró al ser consultado por el diario ABC. Sin embargo, volvió a señalar que los fiscales paraguayos no cuentan con ningún elemento en su contra.
"Entonces tenía que establecerse un fiscal, solicitar los antecedentes y creo que el embajador dijo que solo ejercen el derecho de evitar el ingreso de personas de una manera administrativa", aseguró en referencia a la decisión de la fiscal general Sandra Quiñónez de "investigar los hechos con relación a la declaración" del embajador de EE.UU. en el país, Marc Ostfield, en la que se ponen en "conocimiento hechos que pudieran ser de relevancia penal" y que hacían referencia a Velázquez.
En ese sentido, el vicepresidente explicó, en otra entrevista con Radio Monumental, que debido a que el Ministerio Público no tiene una denuncia en su contra, "la única manera de solicitar los antecedentes a la embajada es abriendo una causa".
"Es la posibilidad de saber de qué se trata lo que yo no sé de qué se trata", indicó.
La acusación estadounidense
Estados Unidos anunció el 12 de agosto que impediría el ingreso al país de Velázquez y del asesor legal de la entidad binacional de Yacyretá, Juan Carlos “Charly” Duarte, incluyendo a ambos y a personas cercanas a ellos en su lista de personas "significativamente corruptas". En esa misma lista, Washington había incluido días antes al expresidente paraguayo Horacio Cartes, contra quien pesaban investigaciones previas en Paraguay.
Velázquez y Duarte son señalados por el Departamento de Estado estadounidense por participar "en actos de corrupción significativos, incluido el soborno de un funcionario público y la interferencia en procesos públicos".
Según aseguró Ostfield en una conferencia de prensa, Duarte, a petición de Velázquez, "ofreció un soborno de más de un millón de dólares" a un funcionario público, con la presunta intención de "obstruir una investigación que amenazaba al vicepresidente y sus intereses financieros".
En un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU. se indica que la corrupción "perjudica el interés público, obstaculiza la prosperidad económica de los países y reduce la capacidad de los gobiernos para responder de manera efectiva a las necesidades de su gente". Sin embargo, no se agregan detalles sobre las acusaciones.
La reacción paraguaya
Velázquez, que se declaró inocente de las acusaciones, dijo en una primera instancia que renunciaría a su cargo y a su precandidatura a la Presidencia por el oficialismo. Si bien cumplió con esto último, dio marcha atrás con su dimisión una semana después, argumentando que ni en Estados Unidos ni en Paraguay había investigaciones en su contra.
El presidente, Mario Abdo, dijo que el vicepresidente debería dejar su cargo, aunque aclaró que respeta su decisión.
En tanto, el gobierno de Paraguay solicitó a EE.UU. más información sobre las acusaciones, pero Washington se negó a entregarla "por temor a que se pueda afectar a las investigaciones policiales en curso o futuras", según dijo un portavoz del Departamento de Estado a la agencia de noticias Efe.
La Fiscalía paraguaya también solicitó esos detalles al Departamento de Justicia estadounidense. Se desconoce si recibió respuesta.