El 14 de noviembre de 2021, el cuerpo de una niña de 4 años apareció calcinado al costado de una moto en una vivienda de la Capital riojana. Por el asesinato quedó detenida su mamá y un pastor evangélico, pareja de la mujer. Luego de 9 meses de investigación, la jueza de Violencia de Género y Protección Integral de Menores, Jésica Diaz Marano determinó procesar a Julieta J. Córdoba por la supuesta coautoría material del delito de homicidio agravado por el vínculo, alevosía y criminis causa (procurar la Impunidad para sí o para otro), y a Andrés Bustamante como coautor por la supuesta coautoría material del delito de homicidio agravado por alevosía, por mediar violencia de género y criminis causa.
La jueza hizo un particular análisis de la causa, y dijo que “hay que hacer una revisión de muertes violentas de niñas, y hay que analizarlo desde las muertes en razón del género. Esto hace que seamos más conscientes de estos vínculos que suelen darse, de estos señores que cosifican a las mujeres que tienen hijitos, y estos quedan a merced de estos vínculos utilitarios”, en referencia a la relación de la madre con el pastor.
La magistrada, en conferencia de prensa, brindó detalles de la investigación y afirmó que “lograron verificar que se trató de una muerte violenta”, y que la niña que murió por asfixia. De acuerdo a las pericias “se descubrió con carácter fehaciente que tenía una fractura en el maxilar derecho inferior, fracturas en las costillas del lado izquierdo y un golpe en la cabeza, todas pre-mortem, lo que significa que fueron causadas en un tiempo anterior a la muerte”, aseveró Díaz Marano.
Durante la Instrucción, se realizaron una pericia odontológica, una pericia antropológica en la que ha colaborado el Poder Judicial de Catamarca y una pericia anatomopatológica y una odontológica a los fines de establecer su identidad. “Hasta este momento, hemos llegado a la conclusión de que hay una alta probabilidad de que dos personas han participado en la muerte violenta de esta niña y esa probabilidad que se ha formado de pruebas directas e indicios surgidos a raíz de un cumulo de pericias documentales y testimoniales”, afirmó la jueza.
Sobre la madre de la niña dijo que había una tendencia “a la crisis de ira, cambios de humor que surgen de varias testimoniales sobre la forma que venía llevando su cotidianeidad siendo la niña un anexo de como venía viviendo".