Un Tribunal Civil condenó a la Iglesia Católica de Costa Rica a pagar unos 65 millones de colones costarricenses (unos 100.000 dólares) de indemnización a Carlos Alberto Muñoz, por los abusos sexuales que sufrió en 2003, cuando tenía 11 años, por un exsacerdote.

“Son solidariamente responsables, José Rafael Quirós Quirós, en su condición de arzobispo metropolitano de San José, las Temporalidades de la Arquidiócesis de San José y la Conferencia Episcopal Nacional de Costa Rica, en virtud de la relación de dependencia del exsacerdote Mauricio Víquez Lizano, quien estuvo encardinado en la Arquidiócesis de San Jose cuando cometió las ofensas sexuales contra el actor y el respectivo encubrimiento de dichas acciones”, señala la sentencia.

El fallo emitido este martes también indica que deben pagar un adicional de 10 millones y medio de colones costarricenses (unos 16.000 dólares) por honorarios y costos del proceso.

El abogado de Muñoz, Rodolfo Alvarado, dijo que se trata de “un fallo inédito, que recoge la justicia costarricense, y ejemplar, que viene a indicar las responsabilidades que tuvo la iglesia católica, que supo desde el 2002 que acontecían estos hechos, y que nunca realizó absolutamente nada para detenerlos y paralizarlos”.

Este es el primero de tres juicios, dado que son tres personas las que denunciaron a la iglesia católica por los abusos cometidos por Viquez. El próximo juicio será en octubre y en noviembre el último, según informó el abogado.

Alvarado explicó que durante el proceso judicial, la posición de defensa de la iglesia católica fue “acogerse al paso del tiempo”, porque su fundamento es que las causas están prescriptas, pero cuando la iglesia condena al entonces sacerdote y lo expulsa “se interrumpe la prescripción y ya no puede ser utilizada como una barrera para evadir la justicia”.

Por su parte, la Arquidiócesis de San José, aseguró que apelarán la sentencia. “Para llegar a ese fallo, el Tribunal ha interpretado que no se ha producido la prescripción”, señaló en un comunicado.

"Contra la sentencia presentaremos formal recurso de casación, ante la Sala Primera de la Corte Suprema, de manera que hasta que la Sala no resuelva el recurso, la sentencia no estará firme. Ante la Sala reiteraremos la existencia de la prescripción y pediremos a la Sala la correcta aplicación del derecho", sostuvo la Arquidiócesis.

Consultado por el comunicado de la iglesia católica, Alvarado dijo a Noticias Repretel que el fundamento de la iglesia católica “es una tesis que pretende alargar los procesos y seguir alargando la bola hacia adelante, no responsabilizarse por sus actos, no comprometerse con los fallos judiciales, no tratar de resolver la situación, sino buscar que el tiempo de alguna manera los ayude para mitigar el tipo de compromisos y complicaciones que tiene”.