"La misma tónica del reciente anuncio del recorte presupuestario probablemente se vuelva a ver en los próximos meses. Esto demuestra que, a diferencia de lo que se planteaba en su momento, a la meta de déficit acordada con el FMI no se llega con un aumento de la recaudación superior a la inflación, sino con ajuste del gasto", indicó Mariana González, la economista del Centro-CIFRA, en relación al achique presupuestario implementado por el ministro de Economía, Sergio Massa, del orden de los 128 mil millones de pesos, que afecta a las carteras de Desarrollo Productivo, Transporte, Hábitat, Salud y Educación y a las transferencias a las provincias.

Se trata de una señal de parte del Gobierno ante los mercados pero también de cara a la reunión que Massa tendrá próximamente en Washington frente a las autoridades del FMI. El gobierno quiere dar certezas acerca del cumplimiento de la meta anual de déficit fiscal del 2,5 por ciento del PBI firmada en el Acuerdo de Facilidades Extendidas. "Durante el primer semestre, tanto la recaudación como el gasto venían creciendo por encima de la inflación, aunque el gasto con una dinámica algo superior. En julio, comenzó a desacelerarse el gasto público. El ajuste presupuestario que ahora anunció Massa corresponde a dinero que todavía se podía gastar de acá a fin de año. Es parte de las consecuencias que se desprenden del acuerdo con el FMI", agrega González.

Recorte

El economista Sergio Chouza, de la consultora Sarandi, advierte que "la mayor parte del recorte son partidas para fondos fiduciarios, los cuales tranquilamente pueden usar respaldo propio desarmando posiciones en activos financieros, como el caso del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) y al Fondo de Garantías Argentino (Fogar). Eso no parece preocupante". 

"Por otro lado -- agrega Chouza-- hay una parte del presupuesto comprometido para este año que todavía no se ejecutó y tal vez ya no dan los tiempos y la dinámica de gestión para implementarlo. Es el caso del Procrear o del Conectar Igualdad. En definitiva, es una priorización del gasto corriente en contraposición al gasto de capital, una señal de prudencia hacia las diferentes áreas de gobierno".

Para Martín Epstein, del CEPA, "el recorte se aplica en donde ocurre una subejecución de las partidas. En salud, por ejemplo, el recorte es de 10 mil millones de pesos, que supuestamente estaba previsto destinar para la compra de vacunas Sputnik, aunque ese uso ya había quedado descartado, con lo cual no debería afectar a la distribución de vacunas. En el caso de obras públicas, la baja de 20 mil millones de pesos afecta a partidas de infraestructura ambiental, aunque el ministro Gabriel Katopodis dijo que implica sólo un 3 por ciento del plan de esa cartera".

Impacto

Martín Vauthier, economista de la consultora Eco Go, considera que "el equipo económico está tratando de dar señales en términos fiscales, ya que teniendo en cuenta cómo venían los números hasta junio, la inercia apuntaba a que el déficit se iba a ubicar a fin de año arriba del 3,5 de PBI, o sea un punto por arriba de la meta acordada con el FMI. Ya en julio se ve un freno en el gasto, con una caída en términos reales del 5 por ciento interanual. El recorte de subsidios energéticos va en el mismo sentido, aunque compensado por el bono a jubilados". 

Epstein plantea que "la gran pregunta es en qué medida estos anuncios acercan al Gobierno a la meta del 2,5 por ciento de déficit. Esto todavía es difícil de saber. Lo cierto es que hay poco margen fiscal para la segunda parte del año. Concretamente, este anuncio de recorte de partidas equivale al 0,2 por ciento del PBI".

El anuncio

El ex Ministerio de Desarrollo Productivo tendrá un recorte de 70 mil millones de pesos de los recursos que le correspondían de aquí a fin de año en partidas destinadas al Fondep y Fogar, dos asignaciones de respaldo al crédito productivo principalmente orientado a la pequeña y mediana empresa. El ex Ministerio de Transporte, que pasó a formar parte del Ministerio de Economía, verá afectadas sus partidas con un recorte de 10 mil millones de pesos. Desarrollo Territorial y Hábitat sufrirá un achique sobre su partida para el Procrear por 50 mil millones.

En el Ministerio de Educación, la reducción también es de 50 mil millones, mientras que el Ministerio de Salud tiene un recorte de 10 mil millones y el Ministerio de Obras Públicas, de 20 mil millones. En total, son 210 mil millones de pesos de reducción de partidas presupuestarias, parcialmente compensadas por un incremento del gasto para asistencia social en 82 mil millones. El ajuste neto es de 128 mil millones de pesos.