Frente al Congreso de la Nación, la organización social "Techo" intervino este miércoles la vía pública para visibilizar los 5687 barrios populares que existen en Argentina y la falta de acceso a sus derechos básicos que enfrentan sus habitantes. La exhibición se realizó en el marco de la campaña nacional "Generación activa" que, a través del voluntariado, invita a jóvenes de todo el país a mejorar las condiciones de vivienda de los 5 millones de vecinos y vecinas que residen en asentamientos.
Bajo un cielo totalmente despejado, desde las 7, referentes, voluntarias y voluntarios de Techo comenzaron con el armado de las 5687 "pequeñas casas" hechas con fibrofácil, de espaldas al edificio parlamentario. Antes de las 11, ya estaban colocadas todas las "miniviviendas" juntas sobre la vereda de la plazoleta, donde se funden las avenidas Callao y Entre Ríos, cuya longitud total parecía medir, curiosamente, casi el ancho de la fachada del palacio neoclásico.
"Estas viviendas representan los 5687 barrios populares que existen en Argentina, según el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), donde viven cerca de 5 millones de personas", explicó el director general de regiones de Techo, Francisco Ferrario, en diálogo con Página/12. Y detalló: "Las características de los barrios populares son la precariedad habitacional y la no regularización dominial de las tierras. Son asentamientos donde residen --al menos-- ocho familias, de manera contigua, que no acceden de manera formal a los servicios básicos".
Según el referente, en Argentina la falta de acceso a la vivienda digna es un problema estructural de larga data. "Los barrios populares tienen una antigüedad de 30 años, incluso hay barrios que tienen más de 100 años de existencia, lo que significa derechos vulnerados durante mucho tiempo", sostuvo Ferrario.
"Vivir en un barrio popular es vivir a diario con nuestros derechos vulnerados, como no tener acceso a los servicios básicos y la falta de infraestructura. Tenemos que convivir también con la estigmatización, que se nos tilde como 'los negritos usurpadores que no pagan servicios'", denunció Araceli Tolosa, vecina y referente del Barrio 12 de Julio de Florencio Varela. Y añadió: "No mucha gente nos pregunta si de verdad queremos vivir de esta manera o si queremos darle este estilo de vida a nuestros hijos".
El trabajo de Techo impacta en 18 países de América Latina. Pese a las particularidades de cada comunidad, a nivel regional el objetivo es el mismo: reducir la incidencia de la pobreza en los barrios populares y asentamientos. Para ello, cuenta con más de 1.2 millones de voluntarias y voluntarios que, junto a los habitantes de las zonas donde intervienen, se forman y realizan diversas actividades en pos de disminuir los principales indicadores de dicha problemática: la falta de vivienda, la ausencia de servicios básicos, entre otros.
Techo Argentina está presente en 10 provincias y cuenta, hasta el momento, con 500 voluntarios y voluntarias fijos que realizan actividades semanales. Con esta organización colaboran también personas que se encargan de acciones concretas, como una construcción o una colecta. En ese sentido, la campaña nacional "Generación activa" --lanzada el 22 de agosto-- busca sumar 1000 personas más a la experiencia de voluntariado.
"Invitamos especialmente a personas entre 18 y 25 años que quieran sumarse, dejando sus datos en la página de la Campaña o en nuestras redes sociales, y las vamos a estar contactando desde la sede más cercana. Hay 11 sedes activas, 4 en Buenos Aires, 4 en la región norte y 3 en el centro-sur, con la próxima apertura en Mendoza", dijo Sofía Fraga, voluntaria de Techo. "Es una necesidad y un compromiso social de todas y todos", cerró.
Informe: Karla Góngora.