Un estudio publicado por la revista JAMA Psychiatry reveló que el compuesto de unos hongos psicodélicos, en combinación con la psicoterapia, ayudó a personas adictas al alcohol a reducir su consumo o a dejarlo por completo.
Si bien precisaron que se requieren más investigaciones para comprobar su eficacia a lo largo del tiempo, se trata del estudio más riguroso realizado sobre el uso de la psilocibina para tratar el alcoholismo.
El estudio se realizó en dos centros académicos en los Estados Unidos y los participantes fueron reclutados de la comunidad entre el 12 de marzo de 2014 y el 19 de marzo de 2020.
Qué es la psilocibina
Este compuesto, prohibido en Estados Unidos, está presente en varias especies de hongos y puede provocar horas de alucinaciones vívidas.
Los pueblos indígenas la utilizaron en rituales de curación y los científicos están estudiando también si puede aliviar la depresión o ayudar a fumadores a dejar el cigarrillo.
Las conexiones cerebrales serían la clave
Aunque no se sabe exactamente cómo funciona, los investigadores creen que este compuesto aumenta las conexiones cerebrales y, al menos temporalmente, cambia la forma en que el cerebro se organiza.
"Más partes del cerebro se comunican con otras partes de este", explicó Michael Bogenschutz, director del Centro de Medicina Psicodélica de la NYU Langone, que encabezó la investigación, quien estima que "existe la posibilidad de cambiar de forma relativamente permanente la organización funcional del cerebro".
El hongo y los 93 pacientes
Fueron 93 los pacientes que probaron este revolucionario tratamiento. Los participantes tenían entre 25 y 65 años, un diagnóstico de dependencia del alcohol determinado mediante una entrevista clínica previa y al menos 4 días de consumo excesivo de alcohol durante los 30 días anteriores a la selección (definido como 5 o más tragos en un día para un hombre y 4 o más tragos en un día para una mujer).
En la investigación les dieron una cápsula de psilocibina -y un placebo-, los recostaron en un sofá con los ojos tapados, y acompañados por música mediante auriculares. A eso se le sumó la terapia conversacional.
Los participantes recibieron dos sesiones de este tipo, con un mes de diferencia, y 12 sesiones de terapia conversacional. Aquellos pacientes que recibieron psilocibina redujeron el consumo excesivo de alcohol en un 83 % en relación con su consumo de alcohol antes de que comenzara el estudio y tuvieron mejores resultados de abstinencia en comparación con los grupos que recibieron un placebo.
El caso de abstinencia por dos años
Antes de inscribirse en el estudio en 2018, Mary Beth Orr, de 69 años, bebía entre cinco y seis copas de vino cada noche, y mucho más los fines de semana. "La cantidad era inaceptable, y aún así no podía parar", contó.
Luego de haber recibido este tratamiento, Orr dijo que dejó de beber por completo durante dos años, y ahora toma una copa de vino de vez en cuando.