“Che gorila, che gorila, no te lo decimos másss, si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armarrr.” Con ese coro de fondo, entonado por funcionarios, militantes y dirigentes gremiales --cuerpo y alma de un peronismo revitalizado alrededor de la defensa de la vicepresidenta--, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, le tomó juramento como ministro de Trabajo a Walter Correa, exdiputado del FdT y secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores. Identificado con el kirchnerismo, Correa asume en un momento que, marcado por los reclamos salariales ante el crecimiento de la inflación, pondrá a prueba el apoyo del sindicalismo con que llega al cargo.
"Hay hoy aquí presencia de todas las centrales obreras y también representantes de centrales empresarias y cooperativas. Ello marca la impronta que le daremos a esta etapa del área", dijo Kicilllof en el acto realizado en el Teatro Metro de La Plata. Correa, remarcó el gobernador, "es el primer trabajador sindical que asume en esta cartera". Lo hace en reemplazo de Mara Ruiz Malec, designada como directora general de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP.
Kicillof aseguró que el ministerio continuará ejerciendo una "fuerte defensa" de los derechos laborales: "Cuando no se cumple, este gobierno pone multas y las hace pagar", aseveró, en alusión a los operativos que la provincia desarrolla para controlar la registración laboral de empleados y empleadas. De paso, el mandatario cuestionó al gobierno anterior, el que encabezó María Eugenia Vidal, por haber "perseguido a los trabajadores y utilizar símbolos del nazismo al hablar de Gestapo", así como por su avanzada contra "empleos, salarios y condiciones laborales".
El gobernador presentó a Correa como "un hombre con experiencia y principios pero, sobre todo, como un laburante de la provincia de Buenos Aires". Después de jurar como ministro "por Eva y Juan Perón, por Néstor y Cristina Kirchner, los 30 mil desaparecidos, los mártires del movimiento obrero", Correa planteó que su gestión buscará "apuntalar un modelo productivo y defender derechos".
"El ministerio será el ensamble entre el sector cooperativo, la pequeña y mediana empresa", dijo Correa. “Disponemos de todo lo necesario para consolidar la provincia de Buenos Aires como el motor productivo de la Patria”, destacó. Luego, les agradeció su apoyo al gobernador y a los sindicatos, y dejó en claro que su cartera será "muy territorial". Y celebró: "Un trabajador del movimiento obrero organizado será ahora ministro de Trabajo".
Del acto participaron, entre muchos otros, la vicegobernadora, Verónica Magario; ministros bonaerenses; intendentes como Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Secco (Ensenada) y Federico Achával (Pilar), y dirigentes sindicales como Pablo Moyano (Camioneros), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Abel Furlán y Naldo Brunelli (UOM), Vanesa Siley (Fe-Sitraju), Daniel Catalano (ATE Capital), Roberto Baradel (Suteba), Omar Plaini (canillitas), Oscar de Isasi (ATE) y Mario Manrique (Smata).
Otro de los asistentes, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, destacó que el nombramiento de un sindicalista en Trabajo tiene un carácter "histórico" e implica una decisión acorde a "la impronta que pretende darle Axel al gobierno provincial, de seguir profundizando todo lo que tiene que ver con el trabajo y la producción". Pablo Moyano dijo que la presencia de Correa en la cartera laboral le da "tranquilidad" por tratarse de un "compañero de lucha y militancia".
Oriundo de Moreno, Correa tiene 57 años y es referente de la Corriente Federal de Trabajadores. Entre sus primeros desafíos estará atender los reclamos de reapertura de las negociaciones paritarias planteados por los sindicados de trabajadores estatales, docentes, judiciales y de la salud.