El ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, renunció este jueves a su cargo, en medio de los cuestionamientos recibidos por no haber denunciado ante la Justicia las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de la provincia, ocurridas entre marzo y junio de este año.
"Quiero informarles que en el día de la fecha presenté al señor Gobernador mi renuncia como Ministro de Salud, cargo que he desempeñado con toda mi vocación", informó Cardozo en Twitter.
Continuó: “Lo hago con la misma humildad y servicio que desempeñé la función, y también con el profundo anhelo que los hechos que son de público conocimiento del Neonatal se esclarezcan absolutamente”.
Desde el Gobierno de Córdoba informaron que el gobernador Juan Schiaretti designó en ese cargo a María Gabriela Barbás, quien se desempeñaba como secretaria de Promoción y Prevención de la Salud.
Barbás prestará juramento y asumirá en sus funciones este jueves 25 de agosto a las 17.30 en el Auditorio del Centro Cívico provincial. “Barbás tuvo un desempeño principal en el abordaje de la pandemia y valiosa tarea en la articulación del sistema sanitario”, destacaron en un comunicado.
Muerte de bebés en Córdoba: les inyectaron potasio
Las autopsias establecieron que dos de los bebés fallecidos a poco de nacer en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo, de Córdoba, perdieron la vida como consecuencia de un cuadro de "hiperpotasemia por exceso de potasio" que fue "inyectado de manera intencional", informaron fuentes de la investigación. Hasta ahora, la causa busca precisar cómo se produjeron las muertes de cinco bebés recién nacides, un expediente en cuyo marco hay una enfermera detenida e imputada.
El informe forense detalla que "se detectaron sustancias tóxicas incompatibles con la vida” en las autopsias de dos bebés fallecidos el 6 de junio pasado, que hasta el momento son las únicas realizadas como parte de la investigación que lleva adelante el fiscal de Instrucción Raúl Garzón.
Cuatro imputados y una detenida
Hasta el momento son cuatro los imputados por el caso: la enfermera Brenda Agüero y tres exdirectivos del Neonatal, una de ellas la exdirectora Liliana Asís. Estos tres últimos se encuentran acusados por responsabilidades mediatas, vinculadas a su función, como la omisión de deberes de funcionario público.
Por su parte, Agüero, de 27 años, fue imputada por el delito de "homicidio calificado reiterado por el uso de un medio insidioso" (una sustancia). Esa sustancia sería potasio, que habría sido aplicado a los bebés que murieron. En líneas generales, se trató de muertes imprevistas en niños sin una patología evidente y previsible.
Este lunes, en el marco de un “abrazo” en las inmediaciones del hospital por parte de equipos de salud que pidieron solidaridad a la sociedad, una enfermera que prefirió mantener su anonimato se refirió a la detención de Agüero.
“Esto no parece ser responsabilidad de una sola persona”, dijo. Y agregó que “era muy aplicada en sus tareas con los niños y con los pacientes obstétricos. Era una enfermera muy respetuosa de las órdenes que daban sus superiores”.
¿Por qué el potasio puede ser mortal?
Según la Asociación de Médicos Forenses de la Argentina, si bien el potasio es utilizado como un medicamento estimulador cardíaco, la inyección en forma no controlada puede provocar consecuencias que van desde lesiones como úlceras, inflamación en los tejidos y hasta un paro cardíaco.
El potasio es un elemento que hay que manipular con extremo cuidado, ya que tiene una capacidad letal tal que el cloruro de potasio forma parte de los componentes de la inyección letal que usan algunas jurisdicciones en Estados Unidos.