Un economista que fue parte del círculo de confianza del ex ministro Domingo Cavallo en tiempos de la convertibilidad propone legalizar la circulación de monedas extranjeras en territorio nacional. Es Horacio Liendo, hijo del ex ministro de la última dictadura militar y padre del ex director del Banco Central durante la presidencia de Mauricio Macri. 

Liendo reclamó que los argentinos “puedan recurrir a una moneda extranjera para cualquier operación, sin ninguna restricción". En los hechos, implicaría eliminar las restricciones a la compra de moneda extranjera. El ex funcionario menemista señaló que desde hace veinte años, el Banco Central "fue vaciado por dos caminos: la utilización de la emisión monetaria para financiar el déficit y el uso de las reservas para pagar cuentas del Gobierno" y agregó: "Tal como sucedió con el pago al FMI que hizo el ex presidente Néstor Kirchner". Para el economista ortodoxo, esas son las causas de la “quiebra” del Banco Central que produce los actuales niveles de inflación.

Es particular que Liendo no mencione a la fuga de capitales como una de las causas centrales del vaciamiento de reservas del Banco Central. Por ese motivo se fugaron 36.280 millones de dólares en el último mandato de Cristina Fernández de Kirchner y 86.165 millones de dólares durante la gestión de Mauricio Macri. Son montos mucho más significativos que los 9.800 millones de dólares pagados por Néstor Kirchner al FMI. 

Por otro lado, el impacto en reservas es el mismo si la deuda con el Fondo se paga por la vía de una partida de presupuesto o, tal como hizo Néstor Kirchner, por la colocación de un bono intransferible en el Central. Sólo difiere el efecto contable de la medida en el presupuesto que, en última instancia, es un problema de financiamiento en pesos del gasto público, y no de reservas del BCRA.

Pero más cuestionable es la idea de liberar el mercado cambiario y legalizar la circulación del dólar en un contexto de muy bajas reservas y altas presiones devaluatorias como el actual. El resultado directo de dicha medida sería una fuerte escalada del dólar oficial que treparía, probablemente, a valores similares a los financieros. Una devaluación cercana al 100 por ciento de la moneda nacional en un contexto donde la inflación ya supera el 70 por ciento y acelerándose, tendría un efecto desestabilizador parecido al Rodrigazo.

La comparación no es sólo económica, ya que el plan de Celestino Rodrigo de “alineación de precios relativos”, eufemismo para subir bruscamente las tarifas y el dólar en un contexto de elevada inflación, fue implementado durante un gobierno peronista que, jaqueado por los mercados, intentó implementar una serie de medidas ortodoxas para congraciarse con ellos. El resultado fue un estallido inflacionario que ingresó la economía argentina a un período de muy alta inflación por más de  quince años, y un caos económico que preparó la resignación civil frente al golpe militar y su programa ultraliberal.

¿Será que algunos imaginan que el actual gobierno peronista acorralado por los mercados puede dejar el terreno abonado para que broten las futuras reformas de una administración liberal?

@AndresAsiain