Charles Lloyd ha sido durante mucho tiempo un espíritu libre, un maestro de la música y un visionario. Durante más de seis décadas, el legendario saxofonista y compositor ha ocupado un lugar preponderante en el mundo de la música y, a sus 84 años, sigue en la cima de su poder y tan prolífico como siempre.
Como buscador de sonido, la incansable creatividad de Lloyd quizás no haya encontrado mayor manifestación que en su última obra maestra, un proyecto expansivo que abarca tres álbumes individuales que están conectados por un tema general y cada uno lo presenta en un trío diferente: un trío de tríos. El primero, Trios: Chapel, presenta a Lloyd con el guitarrista Bill Frisell y el bajista Thomas Morgan.
Son cinco melodías grabadas previamente, tres originales y dos versiones, maravillosamente reelaboradas aquí por un trío refrescante completado con el guitarrista Bill Frisell (miembro del ecléctico quinteto de Lloyd, The Marvels) y el bajista Thomas Morgan, quien ha sido un colaborador habitual del guitarrista tanto en dúo como en trío. La tremenda relación entre estos tres instrumentistas no podría ser más transparente y la música es el producto natural de sus talentos musicales.
"Blood Count" de Billy Strayhorn abre el set con Lloyd hablando un lenguaje seductor cuya empatía se extiende a la composición serena y el toque concentrado de Frisell. Las capas de guitarra se fusionan con la actividad de Morgan en el bajo, que, más allá de la mera definición de los acordes, proporciona un ancla de buen gusto para el saxofón. Esta pieza fue grabada originalmente por Lloyd en el álbum Lift Every Voice (2002), al igual que su propio “Beyond Darkness”, una excursión impulsada por la flauta que se eleva aquí con misterio cordal y un curioso matiz intercultural.
Exudando buena voluntad y encanto, "Song My Lady Sings" fue recuperada de su álbum de cuarteto de 1965, Of Course, Of Course. Trabajando en estrecha colaboración, el guitarrista y el bajista inician el proceso con un resplandor cálido y resplandeciente que luego da la bienvenida a la poderosa presencia del líder de la banda. Su lado más dulce se muestra a lo largo de este paso de vals, pero se profundiza aún más en la exploración magnética de la balada cubana de Bola de Nieve, “Ay Amor”, tema que también fue incluido en su último disco con The Marvels, Tone Poem (2021). La delineación simple del tema es notable, con Lloyd haciendo que todo sea más luminoso con arpegios ágiles. El Morgan sólido como una roca deja que fluya desde el fondo, mientras que Frisell sobresale en su paseo melódico.
El trío concluye el álbum con el hermoso “Dorotea’s Studio”, que hace referencia al espacio de trabajo de la esposa/agente/productora de Lloyd, Dorothy Darr. La expresividad folklórica te tratará con una completa relajación.
Esperamos con ansias el par de volúmenes que seguirán: el segundo con el pianista Gerald Clayton y el guitarrista Anthony Wilson, y el tercero con el percusionista Zakir Hussain y el guitarrista Julian Lage.
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Christian Raimundi es el coordinador artístico de radio Blackie 89.1. Redes: @fmblackie. Web: fmblackie.com.ar.