El ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, dijo este jueves que el gobierno de Gustavo Petro va a ordenar a las Fuerzas Militares que dejen de bombardear campamentos de grupos armados ilegales en los que haya menores de edad.
Velásquez consideró que "no puede haber" operaciones de las Fuerzas Militares "que pongan en peligro vida de menores" que, por su condición de tales, son víctima de reclutamiento forzado. Los bombardeos sobre campamentos ilegales en los que haya menores "deben ser suspendidos", añadió. "Vamos a evaluar el momento específico en el que con una directriz específica se pueda disponer", detalló en conferencia de prensa.
Asimismo, el ministro comentó que los menores reclutados forzosamente por las organizaciones ilegales son víctimas de la violencia que se ha vivido en el país por tantas décadas y añadió que "toda acción militar que se desarrolle respecto a miembros de organizaciones armadas ilegales no puede poner en peligro la vida de estas víctimas".
Sobre este tema, Velásquez remarco que hay que privilegiar la vida sobre la muerte y que no se pueden desarrollar operaciones que pongan en peligro a la población civil, ni "a los menores forzosamente reclutados".
Según un informe entregado al Instituto de Medicina Legal por el senador izquierdista Iván Cepeda, al menos 29 menores de edad perdieron la vida en bombardeos de las Fuerzas Militares colombianas contra campamentos de disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Clan del Golfo y de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022).
"En por lo menos 12 de 31 bombardeos documentados realizados por las Fuerzas Militares han muerto 29 niños, niñas y adolescentes. O, en otras palabras, cada tres bombardeos en uno han muerto menores de edad", reseñó Cepeda. Además, afirmó que la mayoría de los menores tenían entre 15 y 17 años, aunque también había algunos de entre 10 y 13 años.
Por otro lado, el ministro Velásquez dijo que la búsqueda de la paz total con los grupos armados que propone Petro "no significa debilidad". "La paz no es una rendición del gobierno ni de las Fuerzas Militares. La paz es un proceso de construcción colectiva en la que tienen un papel fundamental todos los actores del conflicto. Los actores de las organizaciones ilegales (...) tienen que hacer manifestación y acción concreta de voluntad de negociación y acogimiento, dependiendo de la naturaleza de las negociaciones", afirmó.