Los automóviles nuevos que se vendan en California tendrán que ser "cero emisiones" a partir de 2035, según la norma aprobada este jueves en este estado, el primero en tener una iniciativa de este tipo en los Estados Unidos.

"Acelerar rápidamente el número de vehículos de cero emisiones en nuestras carreteras y autopistas reducirá sustancialmente las emisiones y la contaminación para todos los californianos, especialmente para aquellos que viven cerca de las carreteras y sufren de contaminación del aire constante", dijo en un comunicado la presidenta de la agencia de calidad del aire de California, Liane Randolph.

En este sentido, California marca un hito al ser el primer estado que limitará la venta de autos a nafta y gasoil. La medida, que entrará en vigor en 2035, pretende reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono durante las próximas dos décadas, disparando la venta de modelos híbridos para enchufar y eléctricos.

La iniciativa fue celebrada por ambientalistas, que esperan que pueda impulsar a otras regiones de Estados Unidos a adoptar rápidamente los vehículos eléctricos.

Las normas, anunciadas por la Junta Estatal de Recursos Atmosféricos, exigen que un porcentaje cada vez mayor de nuevos autos vendidos a los 40 millones de habitantes de California no produzcan contaminantes en forma gradual desde 2026 hasta llegar a su completa prohibición dentro de 13 años.

"El plazo es ambicioso, pero alcanzable: para el momento en que un niño nacido este año esté listo para entrar a la secundaria, solo vehículos cero emisiones o un número limitado de híbridos enchufables (PHEV) nuevos estarán a la venta en California", precisó el comunicado de la agencia.

Canadá, el Reino Unido y otros nueve países europeos tienen metas similares, pero ninguna de estas naciones promulgó resoluciones que regulen esta decisión.

Los vehículos, o caros o contaminantes

Los vehículos son la principal causa de gases de efecto invernadero en Estados Unidos. Representan el 28% de la huella de carbono de la potencia mundial. La medida tomada en California, con buenos fines, impone metas que han sido consideradas “un duro reto por cumplir para algunos expertos”.

Es que el precio de los coches eléctricos es el principal obstáculo para los compradores. Estos cuestan, en promedio, unos 66.000 dólares, mientras que los modelos de gasolina se pueden comprar con 45.000 dólares. Este será un importante obstáculo que el gobierno espera que se pueda corregir en los años venideros.