El obispo de Orán, Luis Scozzina, suspendió de forma cautelar al cura Carlos Fernando Páez del ejercicio "público" del ministerio del sacerdocio y también dispuso que no podrá seguir residiendo en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, de localidad de La Unión, en el departamento Rivadavia, hasta que se resuelva su situación procesal. El sacerdote está requerido a juicio en Tartagal por abuso sexual en perjuicio de un exseminarista.
Páez fue requerido a juicio en Tartagal por la Unidad Fiscal que conforman Pablo Cabot, Cecilia Flores Toranzos y Sergio Federico Obeid, acusado por abuso sexual simple doblemente agravado por haber sido cometido en su rol de ministro de culto reconocido y encargado de la educación.
Las audiencias de debate estarán a cargo de un tribunal de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, presidido por el juez Ricardo Martoccia e integrado por la jueza Soledad Rodríguez y el juez Aníbal Burgos como vocales, quienes deben fijar la fecha de realización del juicio.
El denunciante es el exseminarista de la diócesis de Orán, Kevin Montes, quien decidió que se mencione su nombre, "en Tartagal saben que soy yo", manifestó y dijo que espera servir "de motivación para otros que "están callando lo mismo" que él vivió.
Montes fue un testigo importante en el juicio por abuso sexual contra el obispo emérito Gustavo Zanchetta, quien fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión por este delito cometido en perjuicio de otros dos exseminaristas. Sin embargo, el condenado cumple ahora prisión domiciliaria en un convento de monjas en Orán. El joven relató en aquel juicio que también fue víctima de abusos de este religioso aunque no lo denunció por lo dificil que es llevar adelante dos procesos judiciales.
"Lo que sacó el Obispado me parece que fue un poquito tarde. Tiene como un mensaje oculto la carta porque dice que lo van a suspender hasta que la justicia decida", opinó Montes. Además, la medida le impide a Páez el ejercicio público del ministerio, no el privado.
Montes dijo que el obispo Scozzina fue llamado a declarar en el juicio y él espera que explique "¿qué pasó? ¿por qué no hizo nada? ¿Por qué me mandó a encarar a Páez?" También dijo que espera que la Fiscalía indague en el posible encubrimiento y la negligencia del obispo, "porque yo era seminarista y él estaba a cargo de mí", sostuvo.
Contó que en 2017 se fue del seminario y dejó asentado que era porque no se sentía bien con Zanchetta ni Páez. Volvió en 2018 y cuando le contó a Scozzina lo que le había pasado con Páez, como él era aún seminarista, lo envió a otra parroquia en Tartagal para que estuviera lejos del cura. En enero de 2019, Montes presentó la renuncia definitiva al seminario, "le vuelvo a plantear esta situación a Scozzina. Me dice 'andá y enfrentalo vos como hombre, si lo tenés que reventar, reventalo".
"Ahora quiere aparentar que está haciendo algo. Pero antes hizo todo lo contrario, lo mandó a Páez como párroco a La Unión, lo hizo trabajar con jóvenes wichís. Lo pone a cargo del Hogar de Cristo en Orán, que creó el padre Diego Calvisi para (adolescentes y) jóvenes en situación de calle", dijo.
El joven también presentó una denuncia canónica, el 12 de septiembre de 2019. Aquella vez dijo que Scozzina lo citó luego de enterarse por los medios que había realizado la denuncia penal. Contó que fue acompañado de una psicóloga del Ministerio Público Fiscal que le pusieron en Orán y llevó la denuncia por escrito. "Él se enojó, me dijo que la reunión era conmigo únicamente. No me quiso recibir, yo dije 'listo, me voy'. Después me hizo pasar", relató. Recordó que el obispo se molestó "cuando sacó la máquina de escribir y le digo que tenía la denuncia escrita". "Me ofreció la bendición y le dije que no, eso le molestó", añadió.
"No supe más nada de Scozzina hasta el 2 de octubre de 2019 cuando me manda a dos curas para la investigación preliminar, Jorge Ballarati y Antonello Tuvone. Ellos me hicieron algunas preguntas. Pasó menos de un año y fueron destinados a otro lado. Antonello fue enviado a Italia, el otro cura no sé a dónde", manifestó Montes. También contó que luego lo cruzó tres veces al obispo Scozzina, "una vez en la Virgen de la Peña entre fines de 2019 y principios de 2020, no me saludó y me mudó la cara”, relató, graficando el destrato recibido. "La Iglesia me abandonó, me soltó la mano", consideró.
Hostigamiento
Montes es oriundo de Tartagal pero se mudó a Córdoba luego de denunciar a Páez; y luego de haber sido hostigado, incluso contó que fue extorsionado por otros curas. La semana pasada volvió a su ciudad natal, allí se reunió con el fiscal asignado en la causa, Pablo Cabot. Este funcionario se casó con la fiscala de violencia familiar y de género de ese distrito, Lorena Martínez, a quien Montes había pedido que no se le asigne la causa por tratarse de una catequista cercana al cura denunciado. Obviando ese pedido y el vínculo asumido entre estxs funcionarixs, el MPF realizó esa designación.
Montes pedía que la Fiscalía le garantizara imparcialidad, contó que el fiscal y su auxiliar, Josefina Calvo, se comprometieron a ello. Cabot le dijo que no era amigo del cura denunciado y consideró que no debía inhibirse.
El denunciante dijo que también hubo un compromiso del fiscal para garantizarle el traslado y un alojamiento con custodia para cuando tenga que declarar en el juicio. “Estoy conforme y confío plenamente en ellos", dijo.
El Instituto Laico de Estudios Contemporáneos de Argentina (ILEC) de Salta,había realizado un reclamo para que el juicio se realizara en Salta Capital y se garantice la seguridad del denunciante.
"Es la primera vez que se va a dar esto en Tartagal. Hay gente que pone comentarios en redes sociales como 'pobre el padre que fue tentado por mí'", contó Montes, por eso dijo que solicitó se le garantice seguridad cuando sea el juicio. También "hubo otras personas que se acercaron en todo este tiempo, a agradecerme por haber hablado de cosas que ellos han vivido y no se animaron a contar", sostuvo.
El presidente del ILEC, Fernando Climent, dijo a Salta/12 que se presentarán como amicus curiae en la causa. También se espera que declare como testiga la psicóloga Liliana Rodríguez, de la Red Nacional de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, quien viene realizando el acompañamiento a la víctima.
Páez es de Tucumán, Montes dijo que se sabe que del seminario de aquella provincia , "lo corren por actitudes homosexuales, después viene a Orán en el 92 o 93 donde lo reciben".
En el juicio penal se espera que declare otra víctima. Se trata de un exseminarista que radicó una denuncia canónica contra Páez en Orán, por hechos cometidos entre 1998 y 1999. Luego Páez habría recibido sanciones "leves".
Montes contó que a esa denuncia la tomó el monseñor Jorge Lugones, quien lo amonestó y lo excluyó de sus actividades sacerdotales, enviándolo a un convento benedictino "para que se cure". "A los dos años vuelve cuando estaba el obispo Marcelo Colombo. Pero Colombo no le dio las facultades de confesar ni que se acerque a jóvenes. Estaba en proceso de incardinación, tenía que demostrar que estaba apto, mientras vivía en la Diócesis". "Después viene el obispo Gustavo Zanchetta y le permite hacer lo que quiera, que trabaje con jóvenes. Páez arma el grupo de la parroquia San Roque de Embarcación Vida Nueva con chicos de 13 a 19 años", indicó.