Los incendios en la Amazonia brasileña registraron un nuevo récord: según cifras oficiales, el lunes pasado fue el peor día de incendios en los últimos 15 años. Ambientalistas advierten que el bosque tropical más grande del mundo enfrenta la mayor destrucción nunca antes vista.

Imágenes satelitales detectaron 3.358 incendios el 22 de agosto, el número más alto para un día desde septiembre de 2007, confirmó un funcionario de la agencia espacial de Brasil, INPE.

Esa cifra triplica la registrada en el llamado "Día del Fuego", el 10 de agosto de 2019, cuando agricultores lanzaron un plan coordinado para quemar enormes superficies de bosque talado en el estado de Pará.

Ese día la humareda causada por las llamas se extendió hasta Sao Paulo, a unos 2.500 kilómetros, y las imágenes de una de las mayores reservas naturales de la Tierra en llamas provocaron la condena internacional.

Quiénes son los responsables del fuego

Por ahora no hay evidencias de que los incendios del lunes hayan sido coordinados, y en cambio, se enmarcan en un patrón de creciente deforestación, explicó Alberto Setzer, jefe del programa de vigilancia de incendios del INPE.

Los expertos atribuyen los incendios en la Amazonia a agricultores, ganadores y especuladores que despejan la tierra y queman árboles ilegalmente.

En Brasil, el llamado "arco de deforestación" está "sin duda creciendo", dijo Setzer. "Las regiones donde están ocurriendo más incendios se están moviendo cada vez hacia el norte".

Temporada de incendios

La temporada de incendios en la Amazonia empieza en realidad en agosto, con la llegada de la sequía. El mes pasado reveló cifras preocupantes para la selva tropical, clave para detener el cambio climático: el INPE detectó 5.373 incendios en julio, un 8% por encima del mismo mes de 2021.

Este mes, con 24.124 incendios, va camino a convertirse en el peor agosto durante el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, aunque aún es mucho menor que los 63.764 focos detectados en agosto de 2005. Aquella fue la peor cifra para ese mes desde que empezaron los registros en 1998.

Bolsonaro es fuertemente criticado, incluso a nivel internacional, por el aumento de la destrucción de la Amazonia durante su gobierno. Desde que llegó al poder en enero de 2019, el promedio anual de deforestación en la Amazonia brasileña aumentó 75% respecto a la década anterior.