El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación de México, Alejandro Encinas, defendió el informe sobre lo que sucedió con los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, y lo comparó con el documento elaborado por el gobierno anterior, que se llamó “la verdad histórica”.
“Hay una diferencia sustancial y de fondo: que la ‘verdad histórica’ se sustentó en declaraciones obtenidas mediante tortura a las personas detenidas, la fabricación de pruebas y la manipulación de la escena del crimen. Nosotros no torturamos absolutamente a nadie”, dijo Encinas al hablar este viernes en la conferencia de prensa habitual del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La desaparición ocurrió durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018). Las autoridades del momento indicaron que policías del estado de Guerrero capturaron a 43 estudiantes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos. Estos los mataron y tiraron sus restos al río San Juan.
Esta versión de los hechos fue denominada la “verdad histórica” y es cuestionada por los familiares de los jóvenes, el gobierno de López Obrador, y organismos nacionales e internacionales que no encuentran consistencia en el relato oficial.
El jueves 18, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia de México presentó las conclusiones de su trabajo y aseguró que la desaparición de los 43 estudiantes fue “un crimen de Estado” en el que están involucradas autoridades “de todos los niveles” e integrantes de Guerreros Unidos.
Las autoridades estatales y federales del más alto nivel "fueron omisas y negligentes" y llevaron adelante actos para “alterar los hechos y las circunstancias” y establecer una “conclusión ajena a la verdad”, detalló el subsecretario.
El exprocurador Jesús Murillo Karam está investigado por este tema y esta semana un juez decretó su prisión preventiva.
Detalles del informe
El informe de la Comisión para la Verdad, recibió algunas críticas opositoras y se señaló que no dio información nueva. Encinas, rechazó esas críticas: “Nosotros no torturamos absolutamente a nadie”.
Explicó que hay testimonios y colaboración de 115 personas que conocen o estuvieron involucradas en los hechos. El informe, agregó, es el resultado de una investigación y de un análisis técnico y científico.
Al respecto, se analizaron las llamadas telefónicas y mensajes de texto de las personas involucradas en el caso, así como testimonios de detenidos y de personas que estuvieron esa noche en el lugar. Esto permitió saber sobre los contactos entre los integrantes de Guerreros Unidos, policías municipales e integrantes del 27 Batallón de Infantería de Iguala.
“Hemos acreditado como en todo momento las autoridades hicieron el seguimiento de las acciones de los estudiantes, quienes eran monitoreados desde días previos por las movilizaciones que se iban a realizar el 2 de octubre en la Ciudad de México, y cómo estuvieron al tanto de su salida de la escuela normal a su llegada a Iguala”, dijo Encina.
Sostuvo que la desaparición se pudo haber evitado porque confirmaron “la existencia de un estudiante normalista miembro del ejército (...) que desapareció junto con los estudiantes sin que en ningún momento sus mandos superiores activaran el mecanismo de búsqueda”.