La sensación es palpable. Respirar en Rosario es una odísea. La investigadora Adriana Ipiña asegura que los momentos de alta concentración de humo asemejan a estar "en una cámara de gas". La afirmación está basada en números. El grupo de trabajo “Calidad de Aire y Mediciones Satelitales” de la Plataforma de Estudios Ambientales y Sostenibilidad de la Universidad Nacional de Rosario presentó un informe que muestra al detalle el nivel de contaminación provocado por el humo proveniente de los incendios que se detectaron en la zona de los Humedales frente a Rosario, con un incremento notable en la cantidad de partículas en el aire y el consiguiente perjuicio a la salud de todos los habitantes de la zona.
El informe midió la calidad del aire desde el 22 de julio al 21 de agosto, durante las 24 horas de cada día. Esto se logró gracias a recursos propios aportados por la UNR y la participación activa de los investigadores Adriana Ipiña, Rubén Piacentini, Raúl Bolmaro, Gamaliel López-Padilla, Montserrat Dávalos y Karen López-Cárdenas. Para el monitoreo de la calidad del aire se utilizaron como referencia las mediciones de PM 2,5 y PM 10. Este tipo de mediciones ponen el foco en el análisis del tamaño de las partículas y si la concentración de las mismas supera los índices establecidos por la Organización Mundial de la Salud, indica que el aire se encuentra contaminado.
Los investigadores utilizaron un instrumento de medición ubicado en el centro de Rosario, a una cuadra del Teatro El Círculo. “Mide la concentración del material particulado, menor a 2,5 y a 10 micrones. Es decir mide la misma variable pero en diferentes tamaños”, señaló Ipiña, directora del grupo de trabajo.
El instrumento es portátil, se coloca en una terraza y mide minuto a minuto la concentración de la cantidad de partículas en el aire. Los investigadores lo utilizaron para analizar esta concentración a lo largo del tiempo. “Es importante porque la referencia a nivel mundial, tanto de la OMS como de otros países, se basa en un promedio de 24 horas. Cualquier persona que mida calidad del aire y quiera compararlo con una norma internacional, tiene que hacerlo bajo esos parámetros”.
La investigadora aclaró que normalmente en Rosario, al ser una zona que no está rodeada de montañas y con una topografía que permite que circulen los vientos, las concentraciones de aerosoles o material particulado son bajas a lo largo del año. “Esto es porque tiene un pulmón natural como es el Humedal de Río Paraná. Entonces cada vez que los vientos ingresan, limpian la polución propia de la ciudad. Lo que ocurrió con los incendios es que los índices se elevaron mucho. Es decir, que dependemos de la dirección de los vientos porque son los que arrastran el material particulado a Rosario”.
Esto significa que si hay muchos focos de incendio y los vientos soplan en dirección este, todo el humo y la polución es arrastrado a la zona urbana. “Hay que tener en cuenta que muchas veces no es necesario que los incendios estén bien enfrente de Rosario. Por ejemplo, el 22 de julio los mismos estaban ocurriendo a la altura de Villa Constitución y San Nicolás y debido a los vientos del sudeste, la polución llegó a nuestra ciudad”.
La sequía que sufre la región desde el año 2019, el nivel más bajo del río y el uso indiscriminado del fuego para eliminar los pastos nativos provocaron cifras récord de incendios en el Delta del Río Paraná. La frecuencia de estos eventos de quema de biomasa y la falta de precipitaciones intensificaron su impacto en el humedal en los últimos años.
La OMS ha establecido que la contaminación del aire conlleva efectos en la salud incluso en concentraciones muy bajas; de hecho, no se ha podido identificar ningún umbral por debajo del cual no se hayan observado daños para la salud. Por consiguiente, los límites que recomiendan sus directrices pretenden delimitar las concentraciones más bajas posibles.
Un impacto grave
En los últimos días, los habitantes de Rosario han estado expuestos a niveles de contaminación extremadamente altos, lo que amenaza la capacidad de recuperación pulmonar y cardíaca de las personas. “Hubo momentos puntuales donde los valores excedieron en 17 veces el límite establecido por la OMS, lo cual habla del gran problema que trae aparejado a la salud de la población. Hay que tener en cuenta que este es un valor puntual, hay momentos del día que tenemos concentraciones muy elevadas y luego bajan. En promedio no parece tanto, pero el impacto sobre la salud es grave porque estamos sometidos a altas concentraciones en períodos muy cortos de tiempo”.
Por esa razón, los investigadores consideran que hay que ponerle mucha atención a esos cortos intervalos donde se recibe el aire contaminado. “Es como si estuviéramos un rato en una cámara de gas con una alta concentración y durante el resto del día no tuviéramos nada de contaminación. O sea, tenemos un choque muy alto y de pronto se limpia, pero la capacidad de recuperación del cuerpo no es la misma que la de la naturaleza”, indicó la especialista.
Los límites establecidos en un promedio de 24 horas son una referencia de control para las emisiones de material contaminante de las grandes ciudades, los cuales han sido superados rápidamente debido a los incendios provocados frente a Rosario. En el informe se destaca que “las concentraciones de PM 2,5 alcanzadas en pocas horas han sido en general mayores a las reportadas en otras grandes ciudades”, lo que genera efectivamente una contaminación del aire.
eL grave impacto en la salud no debe subestimarse, independientemente del periodo de exposición. “Hubo varios días que el promedio diario establecido por la OMS fue superado con creces. Por ejemplo, el 8 de agosto el PM 2.5 fue el doble del límite, lo que marca el peligro en materia de salud al que estamos expuestos”.
Irrespirable
El fuego en los alrededores del río Paraná y en las localidades de la zona que rodea a Rosario, en la provincia de Santa Fe, se mantiene desde hace semanas. El daño provocado trasciende lo ambiental y presenta un impacto directo en la salud de numerosas personas. A causa de las enormes columnas de humo han aumentado la cantidad de consultas por problemas de salud.
pOR ESO, la UNR puso en marcha un consultorio médico dedicado específicamente a afecciones respiratorias producto del humo proveniente de los incendios en las islas. Asimismo, ofrecerá un asesoramiento jurídico gratuito a aquellos afectados en su salud por la calidad del aire.
De esta manera los ciudadanos podrán acceder a un diagnostico preventivo realizado por médicos de la Dirección de Salud de la Universidad y esta instancia también permitirá hacer un seguimiento de los casos.
En cuanto a quienes son los más vulnerables a las afecciones, se destaca que si bien los individuos sanos tienen síntomas, el impacto es mucho más frecuente en niños, adultos mayores y mujeres embarazadas. Además, se presentan con fuerza en pacientes con enfermedades alérgicas y pulmonares obstructivas crónicas.
Durante los primeros días, el dispositivo médico universitario contó con más de 500 llamados, lo que marca a las claras la afectación sanitaria de la población. Los días de mayor demanda se registraron luego del 8 de agosto, cuando una “lluvia de cenizas” se apoderó de la ciudad.
La asistencia funciona en el Centro de Salud de Alvear 724, de 10 a 16 y se accede únicamente con turnos solicitados a los siguientes números telefónicos: (0341)- 4259296 / 155312149.