River dejó pasar una buena oportunidad de acercarse a la cima al igualar ante Tigre 1-1 en un duelo que dominó con claridad en la primera mitad, pero que no pudo manejar en la segunda parte y permitió que el conjunto local creciera hasta justificar el empate. Pablo Solari abrió el marcador con un golazo y Mateo Retegui, el máximo artillero del torneo, igualó con un penal.

Unos quince minutos tardó River en hacer pie en Victoria. Bastó que Enzo Pérez se acomodara en el centro del campo y De la Cruz comenzara a manejar los ataques visitantes para que el conjunto de Gallardo se adueñara del desarrollo y empezara a inquietar al arquero Roffo. Y una gran combinación de sus mejores jugadores culminó con una magnífica definición de zurda de Solari, que aprovechó la apresurada salida del arquero para colocar la pelota por encima de su cabeza. El tanto reflejaba la diferencia entre ambos equipos y mostraba el buen rendimiento de River en esa primera parte.

El desarrollo cambió un poco en la segunda parte, porque Tigre se adelantó en el terreno y presionó más arriba a un River, que ya no controló el trámite, tal vez cómodo con la ventaja en el marcador. Y en ese nuevo escenario, la aparición del VAR sirvió para que Tigre empatara. Tras un centro desde la izquierda, Protti desvió de cabeza y la pelota le pegó en el brazo izquierdo a Mammana. A instancias del VAR, Loustau marcó el penal, que Retegui cambió por gol para convertir el merecido empate.

A pesar del golpe que significó el empate, River nunca terminó de reaccionar y no pudo llevarse por delante a un rival que terminó con diez hombres por la expulsión de Cabrera. Los cambios tardíos del técnico tampoco dieron resultado y así se le escapó una buena oportunidad de acercarse a la cima.