A las 22.10 Cristina Fernández de Kirchner se subió al escenario improvisado en el barrio porteño de Recoleta para hablarle a la militancia que pese a la represión de la policía de la Ciudad seguía agolpada en la puerta de su casa. Ante la atenta mirada de cada una de las personas que estaban poniendo el cuerpo para defenderla, la vicepresidenta señaló que en la causa Vialidad “el Partido Judicial le pidió 12 años de condena por cada uno de los mejores años que vivió el pueblo argentino”. Sobre el accionar del gobierno porteño, remarcó que hubo desde el martes manifestaciones en todo el país de apoyo a su figura, pero que en “el único lugar donde se produjeron escenas de violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires”.
“La violencia fue provocada por el odio al peronismo. No toleran el amor y la alegría de los peronistas”, señaló la mandataria al hablar en el escenario montado en la esquina de Uruguay y Juncal. La ex presidenta se expresó de esta forma en relación al apoyo que recibió en estos días por parte de la militancia del Frente de Todos, en el contexto del juicio de la causa que se le sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, y que la tiene como imputada.
En una alocución realizada en la puerta de su domicilio, la Vicepresidenta recordó que el último día de su presidencia en 2015 no pudo llegar a su casa porque "estaba rodeado de simpatizantes del nuevo gobierno, del macrismo, que insultaban, agredían".
"Tuve que irme a dormir a la casa de mi hija, acá cerca, en el barrio de Monserrat. Desde ese día y hasta el martes he sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a amenazarme de muerte. Nunca vi a la Ciudad de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento. Pago mis impuestos igual a todos los que están acá. Tengo el mismo derecho, ninguno más, pero sí el mismo. Y después dicen que los peronistas somos violentos", fundamentó.
"Vimos la tragedia de la humanidad por la pandemia y quemar barbijos, violar la cuarentena sin importar nada, poniendo en riesgo la salud de la población, y nunca hubo un solo policía (de la Ciudad) que pudiera siquiera molestar a las personas que lo hacían", afirmó y amplió: "Los hemos visto también colgar bolsas mortuorias en la rejas de la Casa de Gobierno con las caras de los principales dirigentes de nuestro espacio político, pero los violentos somos nosotros. Es increíble el grado de cinismo y perversión. Quieren exterminar al peronismo. Es lo que quisieron desde siempre. Lo han intentado todo, las peores violencias. La desaparición de miles de compatriotas. No aceptan que el pueblo pueda expresarse y reclamar cosas diferentes a las que ellos quieren".
La exmandataria le envió además un mensaje a los dirigentes de Juntos por el Cambio y de cara al año electoral que se avecina y les pidió que "dejen de competir quién odia más y quién le pega más a los peronistas". "Esas competencias para ver quién es más duro, quién castiga más las manifestaciones populares, nunca llegaron a buen puerto en la Argentina. Tienen muy mala historia", reseñó. "Ha habido demasiada sangre en la Argentina para que sigan amenazando con tiro, bala, gas lacrimógeno, gas pimienta, a los que piensan diferentes", subrayó.
Por último, se dirigió a sus seguidores y les agradeció por el apoyo brindado en estos días: "Aunque viviera mil años nunca me va alcanzar para agradecerles el amor, la solidaridad y la lealtad de todos ustedes".