Roberto Salvarezza, precandidato a diputado nacional por la Unidad Ciudadana y ex presidente del Conicet, analizó en conversación con “El fin de la metáfora” (Radio 10) los resultados que han tenido las políticas neoliberales aplicadas durante el último año y medio a la ciencia en Argentina, los efectos que tendría continuar en esa ruta y las propuestas con respecto a éste y otros temas de su plataforma política.
Para Salvarezza las chances de un ajuste pos electoral en ciencia y técnica son elevadas y la prueba es que, por ejemplo, “el año pasado discutíamos 500 cargos, pero este año hay 2000 presentados y los cargos siguen siendo los mismos. Por lo tanto aceleremos todavía más este ciclo de expulsión de gente capacitada. Hoy Argentina son 3 investigadores cada mil habitantes de la población económicamente activa. Los países desarrollados tienen 9”.
Expresó que las próximas elecciones otorgan la oportunidad de llevar al Congreso legisladores que se puedan oponer a las políticas que “entendemos que van a intentar profundizar en octubre” y que Unidad Ciudadana es el “espacio adecuado para aquellos que hemos hecho oposición a estas políticas durante todo este año y medio”. Salvarezza advirtió que el recorte en materia de ciencia y técnica tiene sentido en el contexto de “un proyecto que apunta a reducir la dimensión del Estado. Un modelo agroexportador y de especulación financiera como el que propone Cambiemos no requiere un sistema de ciencia y técnica importante para generar conocimiento, como tampoco necesita un nivel importante de educación”. "El final del túnel es una crisis igual que la del 2001", alertó.
Se refirió también al ministro de Ciencia Lino Barañao, cuya continuidad “parecía una garantía de ciertas políticas de Estado pero corroboramos que las personas no son garantía de eso”.
Sobre el proyecto de la diputada oficialista Paula Urroz, que apunta a quitar la obligatoriedad de las vacunas, Salvarezza dijo que se trata de una propuesta tan retrógrada como insostenible: “Obviamente los calendarios tienen que ser obligatorios y si hay algún caso en particular, se trata siempre. Lo más importante que todos tienen que vacunarse, sobre todos los niños". Y agregó también que este tipo de iniciativas toman forma a partir de una mirada que “por un lado implica la idea del individualismo, de que cada uno tiene la libertad de decidir si vacuna a su hijo o no, sin considerar a la sociedad en su conjunto. Y a esto se le suma el tema económico, que Estado tenga menos gasto. Dos cuestiones muy propias del neoliberalismo.”