Cristina Fernández de Kirchner saludó este domingo a un grupo de personas que se acercó nuevamente hasta su domicilio en Recoleta, ya sin vallas que impidieran el acceso, tras la represión de la policía de la Ciudad a los militantes que ayer se habían movilizado hasta allí para repudiar la persecución judicial contra la expresidenta.

Pasado el mediodía, visiblemente sorprendida y emocionada, la vicepresidenta salió de su domicilio y se encontró con un grupo de personas que se acercaron desde temprano a manifestarle su apoyo, tal como hicieron toda la semana pasada, le pidieron fotos y con ejemplares de su libro "Sinceramente" para que le firmen. 

Este domingo las inmediaciones de la cada de la vicepresidenta amanecieron sin las vallas que el gobierno porteño habían instalado en la zona para impedir el acceso de los militantes que ayer se acercaron hasta la esquina de Juncal y Uruguay, y que fueron reprimidos por la policía porteña.

Más temprano, se viralizó en las redes sociales un video donde se ve cómo el propio hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner, también fue agredido y recibió golpes por parte de un grupo de efectivos policiales cuando intentaba llegar hasta la casa de su madre. 

Anoche, la exmandataria le agradeció a sus simpatizantes "el amor, la solidaridad y la lealtad de todos", al hablar en un escenario montado en el lugar, luego que la Policía porteña retirara sus móviles del lugar.