Desde Brasilia

Jair Bolsonaro, el preferido de los fisicoculturistas. Donde quiera que vaya el presidente de Brasil, que busca su reelección o la permanencia en el poder a como sea, es resguardado por un número exagerado de guardaespaldas apolíneos con el supuesto propósito de hacer notar la fuerza física de un gobierno sostenido por militares, policías y "milicias" paramilitares.

Desde el viernes pasado, día del inicio de la campaña electoral en radio y televisión, ese discurso se hizo patente con nitidez.

Rodeado de decenas de agentes, unos del Gabinete de Seguridad Institucional (organismo federal) y otros pertenecientes a la policía local, el candidato encabezó el sábado una caravana de motociclistas en el estado de Bahía en la paradísiaca región nordeste.

Antes de viajar a Bahía, el mandatario había concedido una entrevista a un podcast sobre fisicoculturismo en un estudio montado dentro de un gimnasio, en San Pablo, sudeste, donde se observaban jóvenes en plena tarea física.

Componiendo su papel de capitán-viril Bolsonaro aseguró, con un afiche de dos fisicoculturistas colgado a sus espaldas, que desconoce el miedo.

Luego de haber declarado que no quería participar en debates electorales dijo haber cambiado de idea y prometió que iba a enfrentar cara a cara a su rival Luiz Inácio Lula da Silva en el primer duelo programado en la TV Bandeirantes.

Lo cierto es que le gustan poco los debates pero debido a su desventaja ante Lula, que lo supera por 15 puntos según la última encuesta de la agencia Datafolha, es casi imperioso que se mida con el candidato del Partido de los Trabajadores este domingo a las 21 horas locales (el mismo huso que en Buenos Aires).

Fake news

Durante su intervención en el programa para el público fitness que tuvo unas 500 mil visitas recordó sus años en el Ejército dedicados a varias actividades deportivas y a sus proezas como pararcaidista en las que estuvo a punto de perder la vida.

Con Bolsonaro nunca se sabe cuanto hay de cierto en sus relatos dado que en estos casi cuatro años de gobierno nos ha acostumbrado al uso abusivo de las fake news.

Podcast

Durante su participación en el Ironberg Podcast el líder de extrema derecha echó mano de una de esas falsedades al decir que durante la pandemia del coronavirus la gente se contagió más dentro de sus casas que en la calle o en los gimnasios. Y aseguró que fue por ese motivo que determinó que los centros de entrenamiento sean excluidos de las reglas de aislamiento social, medida agradecida por los empresarios del sector.

Mientras el candidato del Partido Liberal inauguraba la campaña mediática atacando el distanciamiento social, en un spot de la coalición liderada por el opositor Lula se mencionaban las más de 680 mil muertes por la Covid-19, de los cuales unas 400 mil podrían haberse evitado si el gobierno hubiera apoyado el aislamiento y no hubiera saboteado la vacunación.

Bolsonaro insiste, hasta hoy, en que los inmunizantes, especialmente los chinos, pueden tener efectos colaterales graves, y que nadie puede amenazar la "libertad" de aquellos, como él mismo, que optarorn por no vacunarse. Una afirmación dudosa dado que el gobierno decretó secreto por cien años de la tarjeta de vacunación del mandatario.

Estos argumentos negacionistas preocupan a algunos ministros dado que en las encuestas cualitativas se observa el rechazo de los mismos, incluso entre los seguidores evangélicos que son mayoritariamente bolsonaristas.

Anabolizantes

El conductor del Ironberg Podcast se dirigió a Bolsonaro como un "héroe" a quien le está muy agradecido por haberse opuesto al lockdown y haber decretado la supresión de los impuestos a la importación de suplementos alimenticios. Una medida anuncidada la semana pasada dentro del arsenal de iniciativas adoptadas con vistas a las elecciones del 2 de octubre.

Entre los productos libres de tasas habría algunos ingeridos por el propio Eduardo Bolsonaro, el hijo del mandatario famoso en el Congreso por sus trajes caros y a medida. Así como por posar con remeras ceñidas portando fusiles de guerra en clubes de tiro.

El congresista Bolsonaro, apodado por su padre como 03, suele hablar en sus perfiles sobre academias, anabolizantes y la liberación de la venta de fusiles siguiendo el patrón aplicado en Estados Unidos.

Johnny Bravo 

A Bolsonaro le gusta encarnar el papel de macho estereotipado enemigo de lo que el llama "ideología de género" , refiriéndose a las políticas de igualdad de género. Fue él mismo quien declaró en 2019, meses después de llegar al gobiern , "sí yo soy como Johnny Bravo" en respuesta a sus críticos.

Este sábado algunos internautas trajeron a cuento aquella frase en la que el gobernante dijo identificarse con el personaje de músculos sobresalientes y copete amarillo desproporcionados, al verlo en la entrevista dada al Ironberg Podcast.