A partir del próximo 1 de septiembre, el gobierno de Francia permitirá que las personas que hayan nacido bajo la donación de esperma u óvulos puedan conocer la identidad de su donante.
La medida se implementará luego de que se haya establecido la Comisión de Acceso de Personas Nacidas por Reproducción Médicamente Asistida, una de las tantas garantías brindadas por la nueva Ley de Bioética, aprobada en junio de 2021.
En este contexto y con el objetivo de facilitar el "acceso a los orígenes personales", en primer lugar, los donantes van a tener que dar su consentimiento a que en un futuro su identidad sea divulgada a los hijos mayores de edad que así lo soliciten.
No obstante, el procedimiento no tendrá resultados seguros, ya que el donante, si es que es encontrado, podrá oponerse a que su identidad sea revelada.
Asimismo, la nueva ley señaló que este procedimiento no tiene ningún impacto en la filiación. Esto quiere decir que, como venía sucediendo en el pasado, no se podrá establecer ningún vínculo legal entre el donante y el niño nacido de la donación.
Qué opinan los expertos
La doctora Florence Eustache, vicepresidenta de la Federación de CECOS, que nuclea a los equipos multidisciplinarios que gestionan la donación de células reproductivas, sentenció: "Esta reforma era inevitable, ya que acompaña a un cambio en la sociedad".
Y agregó: "Cuando se realizaron las primeras inseminaciones, hace más de 40 años, la infertilidad en una pareja era un tema tabú y que generaba vergüenza. Algunos padres no revelaban a sus hijos las condiciones en las que fueron concebidos."
En esta línea, la experta señaló que los equipos de los hospitales aconsejan a las familias "transparencia", ya que la voluntad de los hijos de acceder a sus orígenes "tiene una mejor recepción".
Por su lado, Adèle Bourdelet, de la Asociación de Hijos de la Donación, sentenció: "Todos tienen el derecho a saber cómo vinieron al mundo, pero las personas pueden tener sentimientos distintos sobre el tema del anonimato".
"Algunos buscan durante mucho tiempo a su donante, mientras que otros, cuando son adultos, prefieren deconstruir el hecho mismo de que esta donación forme parte de su identidad", argumentó.
La amplitud de derechos de la "Ley de Bioética"
La Asamblea Nacional francesa aprobó en junio del año pasado la Ley de Bioética, que contempló una serie de beneficios para la reproducción asistida.
Así fue que a partir de esta legislación, las personas con capacidad reproductiva menores de 43 años tendrán la posibilidad de acceder a la fecundación artificial, ya sean solteras o se identifiquen con otros géneros fuera del binarismo. Previamente, el procedimiento solo estaba permitido para las parejas heterosexuales,
Según cálculos gubernamentales, cada año cerca de dos mil mujeres viajaban a Bélgica o a España para someterse a inseminación artificial, donde la práctica está abierta a todas las personas que pueden quedarse embarazadas.
Al entrar en vigor la nueva ley, Francia se convirtió en el décimo primer país europeo en reconocer este derecho a todas las personas con capacidad reproductiva.
Por otro lado, también se había establecido que, una vez alcanzada la mayoría de edad, las personas concebidas por inseminación artificial tendrán derecho a conocer a quienes donaron el esperma y/o los óvulos para la concepción, una cuestión que dependía únicamente de la voluntad del donante.