La puerta de la habitación 105 del antiguo Gran Hotel Italia será señalizada el próximo viernes con la Marca de la memoria, por ser el lugar de donde fue secuestrada durante la dictadura Marité Vidal, una estudiante de Letras. La actividad está organizada por la Universidad Nacional de Rosario que tiene hoy su sede en Maipú 1065, donde funcionara el lugar de alojamiento.

La señalización es parte de programa  la "Marca de Memoria" en conmemoración de la estudiante de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes UNR María Teresa Vidal Martínez Bayo – Marité – secuestrada y desaparecida el 6 de agosto de 1976 de ese mismo lugar. La misma será este viernes 2 de septiembre a las 9.30 hs en el Piso 1 (oficina 105) de la Sede de Gobierno UNR.

Esta actividad se lleva adelante en articulación con la Dirección de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Facultad de Humanidades y Artes y en el marco del Día Internacional de las Personas Detenidas y Desaparecidas que se conmemora anualmente el 30 de agosto, y estarán presentes autoridades, familiares y amistades de Marité.

"Señalizar los espacios de nuestra Universidad donde se cometieron hechos del accionar de la represión ilegal desarrollada durante la última dictadura cívico militar es una tarea indispensable para impulsar políticas reparatorias de Memoria, Verdad y Justicia", dice el comunicado universitario.

Marité vivía allí desde un tiempo atrás, después de la separación de sus padres cuando dejaron la casa de calle Córdoba al 1900. Entonces las mujeres de la familia ‑la tía abuela Sara Martínez Bayo, la madre Martha, Marité y Claudia‑‑ fueron al Hotel Italia, un sitio con aire majestuoso, en una habitación del primer piso, con ventana a la calle. Allí llego la patota que irrumpió con violencia, sacando a Claudia, la hermana menor para llevársela. Unos pocos escalones abajo le preguntaron su nombre y ante la respuesta supieron que no era quien buscaban. La devolvieron a la habitación mientras ubicaron a Marité. Estaba en camisón. Le hicieron poner su tapado azul de paño naval y se la llevaron. Los ‘cazadores’ llegaron en tres autos para buscar a su presa de 21 años, militante de la juventud guevarista del ERP‑PRT con responsabilidades en el área de prensa, estudiante de letras y de música que había cursado el secundario en Misericordia y que había sido amenazada por la Triple A en un cartel que apareció con su nombre y el de otras personas colgado en la entonces facultad de Filosofía y Letras de la UNR, en Entre Ríos al 700.

Sobre la historia de su desaparición tanto el ex jefe de la policía Agustín Feced como hombres de la SIDE dijeron no saber nada, mientras que la cara pública del hotel, una mujer llamada Angela Pereyra Iraola recibía favores en la oficina del jefe de la Policía Federal, según da cuenta una presentación hecha con el patrocinio del Equipo Jurídico por los Derechos Humanos.