“Acá estamos todos”. Ése fue el mensaje que los organismos de derechos humanos –en las voces de Estela de Carlotto, Taty Almeida y Vera Jarach– le transmitieron a Cristina Fernández de Kirchner, después de una semana que la vicepresidenta arrancó con un pedido de condena a doce años de prisión y de inhabilitación perpetua y que terminó con un operativo violento del gobierno porteño para impedir que se acerquen hasta su casa quienes buscaban darle apoyo. Rodeada de militantes por la memoria, la verdad y la justicia, CFK también mandó un mensaje a la oposición de Juntos por el Cambio, que en los últimos días hizo bailar la escalada represiva al son de las rivalidades entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. “Resuelvan de otra manera su interna entre los halcones y las palomas pero no a costa del funcionamiento de la democracia”, les reclamó la vicepresidenta.
La reunión con CFK en el Senado empezó a gestarse la semana pasada, cuando los organismos firmaron un pronunciamiento en contra del pedido de condena a CFK que hicieron los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola en el juicio de Vialidad. “Tendríamos que ir a verla”, sugirieron en el chat que comparten. Recién se puso fecha y horario al encuentro después de la represión que desató la policía de Rodríguez Larreta en las inmediaciones del departamento de la expresidenta durante la tarde del sábado.
Al Senado llegaron representantes de Madres, Abuelas, Familiares, H.I.J.O.S Capital, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la APDH La Matanza, la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación Buena Memoria, la Comisión Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH). Algunos fueron con fotos para obsequiarle a Cristina; otros llevaron libros y Taty fue con una muñeca tejida de una Madre de Plaza de Mayo.
– ¿Dónde está Cristina?-- preguntó Vera Jarach, a quien las dificultades para ver le hacen crecer el empeño.
– A tu derecha– le respondieron.
– No, mentira, Cristina nunca está a la derecha– dijo Vera y les arrancó una sonrisa a todos los presentes. Después, habló de un futuro optimista forjado en la unidad.
“Le dijimos a Cristina lo preocupadas que estábamos y repudiamos el accionar del jefe de gobierno de la Ciudad, que ya cae en el ridículo: mandar esa cantidad de policías y de carros para 16 manifestantes que había el domingo a la noche”, cuenta Taty Almeida a Página/12. A su turno, Estela de Carlotto volvió a decirle el cariño que sienten las Madres y las Abuelas por la vicepresidenta y la reivindicó como una “mujer brava”.
CFK levantó el guante y dijo que la perseguían por las políticas que había llevado adelante en su gobierno pero que esa persecución era más encarnizada porque es una mujer. “Mirá hasta dónde hemos llegado tantas mujeres”, le respondió Taty mientras asentían Estela, Vera y Buscarita Roa.
Si bien hubo tiempo para hablar del proceso que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2, CFK hizo foco en cómo Juntos por el Cambio usa las manifestaciones en su apoyo para pulsear en la interna por una candidatura presidencial. “La disputa política, el querer ser presidente, es legítimo. Todos los dirigentes de la oposición tienen derecho a querer ser candidatos de esa fuerza política pero no lo hagan a costa de la vigencia de la democracia. Dejen de espiar, dejen de filmar manifestantes”, afirmó la vicepresidenta. La alusión era clara: mientras crecía el despliegue de la infantería de la Ciudad de Buenos Aires ante unos pocos manifestantes, Bullrich toreaba a Larreta.
“Si al jefe de gobierno lo pinchan y le dicen que no tiene carácter y sale la otra a chicanearlo por televisión, entonces manda camiones a mi casa. No sea ridículo, jefe de gobierno, así no se demuestra la autoridad, créame. La autoridad no se demuestra con los débiles, se demuestra cuando se tiene autoridad con los poderosos. Lo demás es un ejercicio o simulación de autoridad”, le habló directamente a Larreta. “Déjela que grite, que diga cualquier cosa --agregó en referencia a la presidenta del PRO--. Tenemos que permitirnos disentir, estar en las antípodas pero lo único que no se puede perder es la racionalidad.”
En la reunión también estuvieron los senadores Oscar Parrilli, Mariano Recalde y Martín Doñate, entre otros. Además, participó el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti: “Los organismos tenían la necesidad de mostrar el apoyo. Y ésta fue una muestra recíproca porque los gobiernos de Néstor y Cristina fueron los que más abrazaron la lucha por la memoria, la verdad y la justicia y, por eso, los organismos querían estar al lado de los que más le dieron”, relató a este diario.
Al momento de la despedida, hubo abrazos. “Fuerza, Cristina”, le dijo Taty. “Aunque no la necesitás”, agregó mientras guiñaba un ojo.
Un encuentro necesario
“Le expresamos nuestra predisposición para cualquier acción política y también la solidaridad con su hijo porque mientras ella estaba sitiada a él lo estaba atacando la Policía de la Ciudad. Como le pasó con Florencia, ahora le pasa con Máximo. Esto pasó un límite”, dice Carlos Pisoni, referente de H.I.J.O.S Capital.
Eduardo Tavani, de la APDH, recuerda que los organismos llamaron a movilizarse para enfrentar el pedido de condena a la vicepresidenta. “La quieren presa pero también quieren llevarse puestas todas las conquistas”, sostiene el abogado.
“Fuimos a manifestarle nuestro apoyo y nuestra solidaridad ante el claro ataque que sufre por parte de los sectores de la derecha y de los sectores que propician el lawfare como forma de dirimir la política en nuestro país. Entendemos que hay un evidente intento de proscripción al que se le suman los embates que vimos en los últimos días por parte del Gobierno de la Ciudad”, agrega Guadalupe Godoy, abogada de la LADH, que acudió junto con Iris Avellaneda, sobreviviente de Campo de Mayo.
“Para nosotros que tuvimos militancia en los ‘70 haber vivido los gobiernos de Néstor y de Cristina fue una revancha de la historia”, comenta Mabel Careaga –integrante de Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz– después de salir del Senado. “Néstor, cuando convierte en política de Estado nuestras luchas por la memoria, la verdad y la justicia, sabía que no se podía construir una sociedad con ampliación de derechos sobre la impunidad”, agrega. “Yo creo que no es una causa judicial la que enfrenta Cristina. Es una persecución judicial y de los medios concentrados que ven en ella una dirigente que puede construir una patria para todos”.