El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una Línea de Crédito Flexible (LCF) de dos años para Chile por aproximadamente 18.500 millones de dólares. Este monto tiene el fin de “incrementar los buffers precautorios y de dotar al país con un seguro ante escenarios adversos”, señaló el Fondo.

“Tras recuperarse de forma notable de las secuelas de la pandemia de covid-19, la economía chilena se enfrenta a un marcado aumento de los riesgos mundiales”, señaló la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

Por su parte, la jefa de la misión del Fondo para Chile, Ana Corbacho, señaló que la petición de regresar a la LCF fue enviada por el Banco Central de Chile y del Ministerio de Hacienda, ya durante la gestión del presidente izquierdista Gabriel Boric.

La decisión, según el organismo, se tomó luego de que el gobierno chileno cancelara la actual Línea de Liquidez a Corto Plazo (LLCP), de aproximadamente 3.300 millones de dólares, que tenía como objetivo dar respuesta a los efectos de la pandemia del covid-19 en 2020.

Georgieva subrayó que Chile cuenta con "fundamentos económicos sumamente sólidos y una trayectoria sostenida en cuanto a la adopción de políticas muy firmes”. Según anunció el organismo de crédito en un comunicado, la nueva línea de crédito brindará “un seguro importante frente a una amplia gama de riesgos”, entre los que detallan una posible "desaceleración brusca" de la economía mundial y las repercusiones de la guerra en Ucrania.