La exministra de Economía Felisa Miceli advirtió este martes que las marchas del fin de semana tuvieron dos consignas claras, una a favor de la vicepresidenta Cristina Kirchner tras el pedido de sentencia del fiscal Diego Luciani en la denominada Causa Vialidad. La otra, “en contra del ajuste”.
Tras señalar esto, por AM750, la exfuncionaria advirtió por las consecuencias de una devaluación, señaló su preocupación por los audios difundidos donde se le atribuye al viceministro de Economía, Gabriel Rubinsten, asegurar que “no va a haber devaluación, por lo menos no este jueves", y cuestionó los rectores en Salud, Educación y Obra Pública.
Además, Miceli puso énfasis especial en el viaje que tiene previsto Massa para la primera semana de septiembre a Estados Unidos. Allí se reunirá con inversores, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno de Joe Biden, en su primer viaje al exterior en el cargo. La economista puso el foco en la renegociación del acuerdo con el FMI.
“En contra del ajuste”
Para Miceli “la consigna de las manifestaciones es todos con Cristina y en contra del ajuste”. “Tenemos que volver a recuperar la capacidad. No queremos que haya ajuste, recorte de gasto público. Sí queremos que se ordene con sectores que no sean esenciales. Y que no afecte el crecimiento. Eso es lo que mantiene el empleo. Genera la organización de las familias”, aclaró.
Para la exministra “el recorte que se hizo que afectó Salud, Educación, Obra Pública, no apunta en la dirección correcta. En tanto, pidió “ver si hay rubros que no son tan imprescindibles”. Y advirtió: “Las metas con el Fondo en el tercer y cuarto trimestre vienen difíciles. Esos 4 mil millones de dólares que hay que pagar los tiene que afrontar el propio FMI. Entra la plata para pagarles. Pero si no cumplimos con las metas, no nos dan esos dólares”.
“Esos dólares nosotros no los tenemos. Dependemos de ellos. O nos retrasamos en el pago, que no es tan grave. Tenemos el tema que a partir del 10 de septiembre vence este monto. El Fondo supuestamente lo va a hacer. Va a darnos los dólares. Y en el viaje de Massa está la posibilidad de destrabar fondos de los organismos internacionales. Esos sí serían dólares netos para nuestra economía. Y se estima que con los bancos se va a conseguir un poco más”, comentó.
Rubinstein, la devaluación y el FMI
En tanto, Miceli consideró poco pertinente el mensaje difundido donde se escucha al viceministro de Massa explicar que no tiene en la cabeza una devaluación en el corto plazo: “Deja pensando… Este jueves no. ¿Qué jueves?”.
“En algún momento sería deseable que se junte el tipo de cambio oficial con el resto de los tipos de cambio. Pero como un proceso. No con una devaluación. Eso sería muy grave. Con consecuencias en el precio de los bienes que consumimos y forman parte de la canasta básica. Si aumentamos el tipo de cambio oficial un 50 por ciento va a tener un impacto directo en los precios. Ya lo vivimos. No está todo marcado al paralelo”, advirtió la entrevistada.
Para Miceli, “la devaluación siempre es una precaución”. “Tenemos que darle una oportunidad al equipo económico. Hay que ver qué discuten con el acuerdo con el Fondo, que quedó totalmente vencido. Pasó la guerra en el medio. Perdimos muchos miles de millones de dólares por el precio de la energía, de costos asociados a la producción. Perdimos como país la facilidad de alcanzar las metas. Hay que rediscutir el acuerdo. Y ojalá se reconsidere las metas duras”.
Dólares especiales
Finalmente, Miceli cuestionó el plan del ministerio de Economía para crear nuevos dólares para la minería y el sector hidrocarburífero, a quienes catalogó como “ganadores de la crisis”. En tanto, defendió los beneficios cambiarios para pymes y trabajadores del sector del conocimiento.
“Está bueno generar estos dólares. Lo que no me parece bien es el tema de las mineras y de hidrocarburos, que son grandes empresas, ganadoras de la crisis que estamos viviendo. Habría que separar estas ventajas impositivas. Ahí se les van a ir un poco más de recursos del sector público y van a entrar un poco más de dólares”, señaó.
Y finalizó: “Lo que sí está bien direccionado es el impuesto para los prestadores de servicios extranjeros. Las plataformas, que son muy usadas y no pagan los impuestos que corresponden. Y que abran una oficina en Argentina, también me parece atinado”.