Ante la oleada de migrantes que llegan por mar, Roma volvió a exigir ayuda a los países vecinos para asistir a los refugiados. En una entrevista con el diario Il Messaggero, el ministro del Interior italiano, Marco Minniti, aseguró que su país no puede seguir siendo el único que reciba migrantes rescatados en el Mediterráneo. Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió a los países de la Unión Europea (UE) compromiso para ayudar a Italia a salvar a los migrantes que llegan a sus costas y también los urgió a acogerlos en sus territorios. “Lo que ocurre en Italia es una tragedia”, aseguró el alto comisionado de Acnur, Filippo Grandi. Un barco militar sueco llegó el sábado al puerto siciliano de Catania, en el sur de Italia, con 650 inmigrantes a bordo y nueve cadáveres, que habían sido hallados por diversas embarcaciones en el Mediterráneo. Los fallecidos son siete mujeres y dos hombres. La policía local investiga si entre los migrantes había traficantes que pudieran haber intervenido en el tránsito de los rescatados en el mar. Alrededor de 4000 inmigrantes desembarcaron el jueves en puertos del sur italiano tras haber sido rescatados en el mar cuando trataban de alcanzar costas europeas, informaron fuentes de la Guardia Costera italiana, que coordinó el salvamento.

El pedido de apoyo para los migrantes tuvo lugar antes de la reunión que celebrarán en París los titulares de Interior de Italia, Francia y Alemania junto con el comisario europeo responsable de migración. El ministro italiano se hizo eco de la advertencia que su gobierno lanzó recientemente a la UE, cuando dijo que prohibiría el arribo de barcos de ONG extranjeras que hubieran rescatado a migrantes a menos que esa carga no se repartiese entre países del bloque. “Si los puertos italianos son los únicos donde los solicitantes de asilo son acogidos, hay algo que no está bien. Esa es la clave del asunto”, dijo Minniti. El funcionario, que ante todo se manifestó europeísta, dijo que estaría orgulloso si al menos un barco, en lugar de ir a Italia, fuese a otro país europeo. “No resolvería el problema, pero sería una señal extraordinaria”, dejó ver el ministro italiano. Minniti también destacó la importancia de estabilizar Libia y asegurar sus fronteras, ya que el 97 por ciento de los migrantes parten de las costas de esa nación norteafricana. Además, señaló que se necesita mejorar el nivel de vida en África.

El ministro italiano del Interior debatirá la situación con sus colegas de Francia, Gerard Collomb, y Alemania, Thomas de Maizière, en una cena que tiene lugar hoy en París, a la que también asistirá el comisario europeo de Inmigración, Dimitri Avramopoulos.

“Estamos sólo al principio del verano. Sin una acción colectiva, podemos esperar más tragedias en el mar”, vaticinó el alto comisionado de Acnur, Filippo Grandi. Por eso pidió a los países de la UE que asistan a Italia en sus campañas de rescate en alta mar, “porque rescatar sigue siendo una prioridad”, subrayó el funcionario, y destacó la importancia de asumir sus responsabilidades. “Europa –agregó– necesita estar completamente comprometida con una acción urgente de distribución de migrantes y refugiados, incrementar su compromiso y habilitar nuevas vías legales de admisión”. Grandi urgió a que se hagan esfuerzos para solucionar las causas que empujan a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares y arriesgar sus vidas para alcanzar Europa.

Sin embargo no todos los países de la UE ven del mismo modo la situación. Jaroslav Kaczynski, una de las principales figuras políticas de Polonia, defendió la política antimigrante de su país el sábado en un congreso de su partido, el conservador PiS, en el gobierno. En su opinión, la culpa de la afluencia de refugiados es sobre todo de las ex potencias coloniales. “Nosotros no saqueamos a esos países desde los que llegan refugiados a Europa”, aseguró, citado por la agencia polaca PAP. “Tampoco nos aprovechamos de su mano de obra, no los hemos invitado a Europa. Tenemos el derecho moral a decir no”, agregó Kaczynski. 

La UE emprendió acciones contra Polonia, Hungría y la República Checa por incumplir con sus obligaciones en el reparto de refugiados establecido por la UE. Por su parte, Eslovaquia y Hungría presentaron una demanda alegando que la cuota de reparto de refugiados se aprobó en 2015 pese a su oposición.

Tan solo la semana pasada, más de 10.000 personas fueron rescatadas cuando se dirigían a Italia, país que asegura estar al límite de sus capacidades y por esa razón pide solidaridad a las naciones del bloque europeo. El fin de semana pasado, 12.600 refugiados y migrantes llegaron a costas italianas, y en lo que va del año más de 2.000 murieron en su intento de alcanzar Europa, recordó el alto comisionado de Acnur. Según cifras oficiales, 83.400 personas llegaron a Italia en lo que va del año tras cruzar el Mediterráneo, 19 por ciento más en comparación con el mismo período del año pasado. Los migrantes proceden sobre todo de Nigeria, Bangladesh y Guinea.