La explosión de un coche-bomba cerca de la ciudad vieja de Damasco provocó al menos 20 muertos y 15 heridos. Tanto la televisión como la agencia de noticias oficiales sirias indicaron que otros dos coches-bomba fueron detonados de forma controlada por fuerzas de seguridad, tras interceptar a los conductores suicidas, en la ruta que une el aeropuerto con la capital. Según un comunicado del Ministerio de Interior sirio, citado por la agencia estatal SANA, los vehículos se dirigían hacia los barrios seguros de Damasco y fueron detenidos en la zona de Oqda, y se les impidió llegar a sus objetivos.
El vehículo con explosivo que sí consiguió alcanzar la plaza Al Gadir, en el área de Bab Tuma, en el barrio histórico de la capital, estalló a las 6 de la mañana, según la televisión estatal. Hasta el momento ninguna agrupación reivindicó el atentado en Damasco, el más importantes desde marzo. La capital fue escenario de ataques terroristas por parte de grupos radicales con base en Siria y contra los que lucha el ejército nacional, como el jihadista Estado Islámico (EI). Ese grupo, que controla amplios territorios en Siria, asumió la autoría de los últimos grandes atentados en Damasco a mediados de marzo, cuando dos suicidas atacaron de forma casi simultánea el Palacio de Justicia y un restaurante frecuentado por representantes gubernamentales en el barrio de Al Rabua, y causaron una treintena de muertos. En los seis años de guerra fueron pocos los atentados en Damasco en relación con otras ciudades.
Mientras, las Fuerzas de Siria Democrática, una alianza armada liderada por milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos, continuó ayer su ofensiva contra el EI en la ciudad de Al Raqa, principal bastión urbano de los jihadistas. En un comunicado difundido a través de su cuenta en la red social Telegram, las milicias informaron que tomaron la localidad de Kasra, al sureste de la ciudad de Al Raqa, y mataron a decenas de terroristas del EI durante la batalla por el control de esa población.