Google homenajea este 31 de agosto al Julio Ramón Ribeyro, el escritor peruano considerado uno de los mejores cuentistas de la literatura latinoamericana, con un doodle temático por el 93º aniversario de su nacimiento. El homenaje va a estar disponible en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Colombia y México durante toda la jornada.
A través de sus textos fantásticos, Ribeyro realizó una poderosa crítica social. El primer cuento que publicó se tituló "La vida gris", y salió en la revista Correo Bolivariano en 1948, pero su texto más famoso lo publicó en 1955 y se llamó "Los gallinazos sin plumas". En ese cuento, Ribeyro, relató la vida en los barrios marginales peruanos.
Quién fue Julio Ramón Ribeyro
Julio Ramón Ribeyro nació en 1929 en una familia de clase media en Lima, Perú. Sin embargo, cuando él era un niño su padre falleció y la familia, compuesta de su madre y sus tres hermanos, pasó años de complicaciones económicas.
Cursó sus primeros años de formación académica en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde estudió artes y derecho. Algunos años más tarde consiguió una beca del Instituto de Cultura Hispánica y viajó a España para estudiar periodismo. Luego, tuvo un breve paso por la Universidad de la Sorbona en donde estudió literatura francesa.
Tras su paso por los estudios universitarios, Ribeyro trabajó como portero de hotel y operario en una fábrica. Con los ingresos de esos trabajos continuó la producción de sus textos literarios. Para 1958, Ribeyro volvió a Perú y comenzó a dar clases en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga.
Su primera novela se tituló "Crónica de San Gabriel" y salió a venta en 1960. En el texto, el escritor relató cómo era la vida en una comunidad rural peruana aislada. Tras la publicación, por la que ganó varios premios, volvió a París para trabajar en la Agence France Presse como periodista, traductor y editor.
Diez años más tarde, Ribeyro comenzó a cumplir funciones como asesor cultural del Estado peruano y luego como embajador ante la UNESCO. Sin embargo, pudo coordinar sus tareas diplomáticas con la escritura y en esos años publicó algunos textos más.
Falleció el 4 de diciembre de 1994, con ocho volúmenes de cuentos, varias novelas, ensayos y obras de teatro publicadas, ampliamente reconocidas por la crítica y traducidas a múltiples idiomas. Ese mismo año, había ganado el Premio Juan Rulfo de Literatura.