“Es importante mostrar que las universidades podemos encarar desafíos y trabajar en la mejora continua”, expresó al Suplemento Universidad Vanesa Ludemann, directora del laboratorio de la Unidad de Análisis de Alimentos (UAA) de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). La investigadora contextualizó así la última meta alcanzada por el espacio a su cargo: una certificación internacional, concedida por la organización británica FAPAS (Food Analysis Proficiency Assessment Scheme). El sello de calidad es el resultado de un ensayo de aptitud interlaboratorio que analiza muestras de alimentos sin gluten, y es una de las instancias que el equipo del laboratorio se propuso encarar. La prueba, de la que participaron 88 laboratorios de todo el mundo, consiste en determinar cuantitativamente la cantidad de la proteína en una muestra de un polvo para preparar panificados.
“FAPAS distribuyó muestras de alimentos contaminados con gluten, con una concentración precisa y cada laboratorio, a partir de una metodología que normalmente utiliza, hace la determinación e informa sus resultados”, relató Ludemann. “Nuestro desempeño fue muy satisfactorio y estamos muy contentos del logro, que fue informar exactamente el valor que se había propuesto como referencia”, explicó.
La Unidad de Análisis de Alimentos (UAA) fue creada en 2006, como una unidad prestadora de servicios, dentro del Programa de Transferencia Tecnológica de la UNQ. Inicialmente estaba orientada al análisis microbiológico de los alimentos pero luego se amplió al análisis integral de estos.
“En 2014 entendimos que había una demanda concreta en nuestro territorio para analizar alimentos libres de gluten e instalamos un laboratorio con ese propósito”, rememora la directora de la UAA. Desde ese momento, el laboratorio de la Unidad de Análisis de Alimentos se convirtió en uno de los más importantes en esta materia y recibe muestras para análisis desde distintos puntos del país.
El laboratorio hoy en día es parte de la Unidad de Microbiología Aplicada, Biocatálisis y Alimentos, que forma parte de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB) de la UNQ, y se caracteriza por ser autogestiva, ya que se mantiene y se sostiene con los servicios que desarrollan en el lugar.
En los últimos años, el equipo de trabajo recibió importantes galardones por su labor. Durante 2019, el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires lo declaró laboratorio oficial para el análisis de productos libre de gluten, lo que implicó un gran apoyo en su tarea.
En un camino hacia la mejora continua de los procesos, desde el laboratorio se encaminaron a certificar la norma ISO 9001, un objetivo que alcanzaron en 2021. “Obtener este sello de calidad representó un gran logro para el equipo y para la universidad. Somos el primer eslabón en un camino que se inicia para que otros laboratorios dentro de la plataforma de servicios biotecnológicos”, ponderó Ludemann.
El laboratorio está conformado por docentes e investigadores de la UNQ, que cuentan, además, con la colaboración de alumnos de las carreras de Ingeniería en Alimentos y de la Licenciatura en Biotecnología. Esos estudiantes hacen su práctica profesionalizante en la UAA, un requisito indispensable para su graduación. “Uno de los objetivos primordiales que tenemos es la formación de recursos humanos en ciencia y tecnología”, concluyó la investigadora.