El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, respondió en una entrevista al discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner y lanzó que CFK quiere "controlar y manejar" la Ciudad de Buenos Aires. También ratificó que mantendrá a su policía frente a la casa de la exmandataria a pesar del fallo del juez Roberto Gallardo y que sus ministros no irán a la audiencia convocada por el magistrado.
Faltazo porteño a la audiencia con el juez Gallardo
La cita a la que la Ciudad se negó a ir estaba prevista para hoy a las 9 por el magistrado Roberto Gallardo. Fueron convocados los ministros de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, y el porteño Marcelo D'Alessandro, quien anoche última hora anunció que no asistirá.
En esa reunión, los funcionarios debían dar sus argumentos sobre la seguridad de la zona de Recoleta donde vive CFK, que tras el pedido de condena a 12 años de prisión en la causa Vialidad se convirtió en escenario de masivas movilizaciones de respaldo.
El funcionario consideró que la recusación planteada por el Ejecutivo porteño contra el magistrado a cargo de este expediente deja "sin efecto la audiencia" hasta que se resuelva esa cuestión.
Gallardo ordenó ayer a Rodríguez Larreta que "cese en forma inmediata" la "ejecución de cualquier operatoria policial directa o indirectamente vinculada con la custodia de la persona, familia y/o domicilio de la Señora Vicepresidenta de la Nación".
Inmediatamente, y tal como ocurre con cualquier decisión judicial que no se corresponde con la postura de Juntos por el Cambio, el gobierno de la Ciudad recusó al magistrado.
El acting de Larreta
Rodríguez Larreta no solo salió al cruce del autor de ese revés judicial sino que, con un claro discurso de campaña, apuntó contra la vicepresidenta por el apoyo que recibió ayer en el Congreso de parte de legisladores de ambas cámaras.
Allí, la ex mandataria pidió “repensar un poco el tema de esta bendita Ciudad de Buenos Aires que es la capital de todos los argentinos y que, de repente, una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles”. Además, recordó que “la Constitución nacional no habla de autonomía” de la Capital Federal sino “de que se dicte un estatuto”.
El jefe de gobierno aprovechó para tergiversar esos dichos y la acusó de “querer quedarse por la fuerza con el manejo de la ciudad”. Lo hizo a través de Twitter y de una entrevista televisiva en la que se valió de una retórica de campaña.
Miró a cámara y exageró: “La vicepresidenta dijo que ella quisiera controlarla y manejarla. Olvidarse de lo que dice la Constitución y a la fuerza, de prepo, manejarla. Ya lo venía insinuando de distintas maneras”.
Luego le habló a sus votantes. “No hay ninguna posibilidad de que Cristina Kirchner se quede con la ciudad. Vamos a defender a los porteños y a los millones de argentinos que vienen todos los días a trabajar, estudiar, atenderse en los hospitales, a las escuelas”.
"Una policía política"
La postura de la vicepresidenta durante su intervención de ayer en el Congreso no había sido en ese sentido. Básicamente lo que cuestionó fue la existencia de una policía que reprime según el costado ideológico de una manifestación. “Una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles” y “esto debe ser replanteado”, afirmó.
Además la criticó por desatar una "incomprensible represión" y "querer dirimir posicionamientos internos” dentro de Juntos por el Cambio, entre Patricia Bullrich y Rodríguez Larreta.
El diputado del Frente de Todos (FdT) Leopoldo Moreau salió a respaldar esta cuestión y también la comparación que hizo CFK entre el Estado de Sitio decretado por el expresidente Fernando de la Rúa en 2001 con el operativo de seguridad de Rodríguez Larreta. “Ambos actuaron como títeres de desquiciados autoritarios", criticó en un mensaje publicado en Twitter.