A pesar de las filmaciones que demuestran que la represión del miércoles pasado ocurrió cuando estaban avanzadas las negociaciones para que los manifestantes liberaran los carriles del Metrobús sobre la Avenida 9 de Julio, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, afirmó que “no había ningún tipo de negociación posible o vía de diálogo” y advirtió que ante nuevas protestas se repetirá la “intervención policial”.
“Lo que pasó es que en ningún momento hubo ánimo de negociar ni una búsqueda de resolver nada.” Así justificó la represión el ministro Ocampo, en relación con el megaoperativo que la Policía de la Ciudad desplegó para reprimir una protesta de organizaciones sociales, dirigida al Ministerio de Desarrollo. En sintonía con la línea del gobierno, Ocampo afirmó que “detrás (de la protesta) no había ningún tipo de negociación posible o vía de diálogo, por lo que se intervino con la policía”.
El miércoles 28, los efectivos policiales detuvieron a ocho manifestantes, entre ellos menores, e hirieron de gravedad a por lo menos cuatro más. El discurso oficial, repetido por los medios masivos, sostuvo que los manifestantes “no querían dialogar, querían generar una situación de caos” –como dijo ayer Ocampo–, pese a que, como informó ayer este diario, los testimonios de los protagonistas y las filmaciones de los hechos muestran que el ataque policial se produjo cuando el carril del metrobús ya había sido liberado y se mantenía un diálogo para concluir con la protesta.
Los referentes del Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala, que nuclea a las organizaciones que fueron reprimidas, habían aceptado despejar la calle y emprendían la retirada cuando las tropas de infantería y los camiones hidrantes avanzaron sobre ellos.
“Nunca nos quedó claro qué estaban pidiendo, por eso también nos dimos cuenta que no había una voluntad concreta de resolver la situación”, continuó a coro Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social de la Nación, sobre la protesta que le reclamaba a su cartera que se vuelva a emplear a los 40 mil cooperativistas bonaerenses que quedaron desempleados en el último año y medio. También reclamaban, entre otras cosas, mayor aporte para los comedores populares, un plan de obras públicas para cooperativas y una baja en las tarifas de los servicios públicos para las empresas recuperadas.
Ocampo continuó elogiando el accionar policial y señaló que la Ciudad cuenta con “policía preparada” para actuar ante los piquetes, que en el “80 por ciento” encabezan “organizaciones políticas”. Aunque aclaró que “intentarán” solucionar los conflictos mediante el diálogo, lanzó una advertencia: “Habrá intervención policial en las protestas que tengan como principal objetivo generar violencia”.