Comienza septiembre y con él, un mes dominado por los festivales de tango de todo signo. Más allá del oficial de la Ciudad de Buenos Aires programado para la semana próxima, hoy jueves comienzan el Festival FA CAFF y el Festival de Tango de Flores. Además, viernes y sábado se celebrará Primavera Electrotango. Estos tres eventos independientes se pueden leer como encuentros territoriales. Uno, simbólico, enfocado en el under del tango. Otro, literal, por su anclaje barrial. Y el tercero, musical, pues se concentra en un subgénero que a veces funciona como isla dentro del mapa tanguero.
En el templo
La cuarta edición del FA CAFF se realizará, como ya es costumbre, en el Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 772) y reunirá a más de 60 agrupaciones y artistas –mayormente músicos, pero también bailarines, djs, escritores y artistas plásticos- durante 18 noches que se extenderán hasta fin de mes. El principal festival de tango abrirá sus puertas esta noche con la presentación de la Orquesta Típica Característica Cambio de Frente, La Martino Orquesta Típica y la cantora Bárbara Aguirre en su rol de DJ con vinilos. La programación del resto del mes incluye perlitas como un homenaje al fallecido Horacio Fontova, padrino del festival (8/9) o la presentación de un disco dedicado a Osvaldo Ruggiero (22/9), en el día de su centenario.
Esta edición el FA CAFF celebrará también su constitución como cooperativa. “Hace un par de años que teníamos en mente ser cooperativa. Se intentó y no se logró, pero en el receso de dos años que tuvimos la gente siguió para adelante y se hizo”, cuenta Walter “Tano” Coccaro, programador del CAFF y del festival. Tener la cooperativa consagrada les permitió, explica, conseguir un subsidio para festivales que les permitirá cubrir los gastos técnicos que conlleva cualquier fecha tan multitudinaria. “Lograr un subsidio es importantísimo. El FA CAFF siempre tuvo la política de cooperativa, pero la plata recaudada era muy poca, porque si tocan hasta 50 músicos por noche, o ese número entre músicos, bailarines, técnicos, colaboradores... el primero que la liga es el músico, al que no le llega nada. Ahora ya la plata de la boletería va toda a los músicos con el arreglo de todo lugar, de 70/30”, explica.
Para el guitarrista Pablo Sensottera (Cuarteto La Púa) este aspecto es importante para entender al festival: “El modelo de trabajo cooperativo, que es filosófico y político, que hacen tanto la Fernández Fierro como el FA CAFF supone mucho esfuerzo, pero eso también le da personalidad y entidad al festival, así se puede ejercer algo muy genuino. Así como en su momento Pugliese fue un modelo político y de forma de laburo, hoy el modelo de la Fierro y el FA CAFF le sirve a un montón de grupos que están empezando o viendo cómo laburar”.
-¿Cómo fue esa curaduría de esta edición?
Walter Coccaro: -Primero las bandas que acompañaron al festival todas las ediciones. Hay pibes que colaboran atendiendo la puerta, la barra, vendiendo remeras. Esa gente cuando no está el festival se sigue moviendo y logró hacer la cooperativa. Entonces primero tiene que estar esa gente. La gente que pone y quiere venir para que la cosa funcione. Después hay bandas clásicas del tango independiente que tenían que estar también. Y además hubo una convocatoria en la que se anotaron 150 bandas. Muchas están buenas pero capaz no entendieron el espíritu del FA CAFF, que es el tango contemporáneo, las letras y las composiciones actuales. Muchas bandas mandaron discos o videos con temas clásicos. Y el Festival apoya lo nuevo. Ahí fuimos de los menos conocidos a los más. Hay bandas que no había escuchado nombrar o que no tienen ningún disco. Así empezamos a mezclar las cartas y...
-También aparecen costados más clásicos, como el homenaje a Ruggiero.
W.C.: -Ya hace rato los hijos me pidieron la fecha para el centenario y coincidiendo con el FA CAFF, está bueno, entonces dale, hacelo. Toca la orquesta del hijo. Ahí hay un perfil más clásico, pero es la perlita. Porque además Adrián toca en nuestra orquesta. Y no somos tan cerrados.
Pablo Sensottera: -Además Ruggiero abrió camino a las nuevas generaciones, fue un símbolo dentro de la orquesta de Pugliese de darle paso a lo contemporáneo, a crecer.
-¿Cómo le pegó al festival el hiato de dos años?
W.C.: -¡Lo ignoramos completamente! Lo utilizamos para formar la cooperativa. Que un grupo de pibes quisiera formar una cooperativa fue algo que me dio mucha energía en ese momento de mierda. Ya con la de la orquesta estaba empapado en el tema y dije "sí, qué bueno, vamos para adelante".
P.S.: -Algo que tiene el FA CAFF a diferencia de otros festivales es que estamos muy juntos, apretados, ¡y disfrutamos de eso! Ver propuestas nuevas y más viejas apretados era algo impensable en pandemia, y en un streaming o con aislamiento perdía todo sentido.
-Otros festivales buscaron lo digital. Ustedes no.
W.C.: -La impronta y el espíritu del FA CAFF es venir a escuchar tango de verdad a un lugar con buena música, buenas luces, buena comida y bebida, buena vibra de la gente. No es sólo musical, es que durante todo septiembre el CAFF está copado por una energía de gente que viene a hacer algo importante para la cultura, porque acá se está gestando el nuevo tango. Es más importante que el Lollapalooza. ¿Cuánto dura el Lolla? ¿Tres días? Esto son 18 días. Es algo que no se puede sentir por streaming. Vos podés transmitir con la mejor, pero después al que le llega lo ve en el teléfono y no es lo mismo.
P.S.: -Y algo muy importante del FA CAFF pasa en el pasillo. Es el encuentro entre colegas, es el momento que esperamos para vernos, charlar, joder y divertirnos. ¡Y el público! Que puede preguntarle cosas a los músicos, a los bailarines. O que pasa Víctor Hugo Morales y se queda saludando gente. El pasillo es un lugar con una contención social muy importante para los músicos del tango.
-Antes era en agosto, ¿por qué cambiaron la fecha?
W.C.: -Porque hay unos pibes que hacen una feria de libros en el pasillo y se cagaban de frío. Adentro también hacía más frío. Y septiembre tiene otro clima, otra vivencia, ¿no? La primavera, el renacer... y un poco por eso y otro poco porque está mejor septiembre. Se puede disfrutar el pasillo, podés quedarte después de hora. Por ahí en invierno hace frío de noche, oscurece más temprano. Septiembre tiene más vida.
Flores y más allá
Este año la actividad del Festival de Tango de Flores excederá las fronteras del barrio. Al punto que sus dos primeras fechas sucederán en la zona Parque Chacabuco. Sin embargo no se trata de una vocación imperialista, sino, bien al contrario, la búsqueda de profundizar en un espíritu barrial. La cantante Viviana Scarlassa explica a Página/12 que “cuando Arlt hablaba de Flores hablaba de cosas que hoy ya no son Flores, por eso para nosotros no es tan importante circunscribirnos al barrio sino a una identidad que abarca a toda esta zona”.
“Para nosotros todo Flores, Floresta, Parque Chacabuco, Parque Avellaneda es un poco el mismo barrio. Antes Flores llegaba mucho más allá. Incluso pensamos en renombrar al festival como Floreal Ruiz, pero después de tantos años -¡arrancamos en 2013! -estaba bueno sostener la marca, digamos, pero sin dejar que nos limitara”, reflexiona la organizadora del encuentro junto a Hernán Ielapi, Lucas Bergallo y Christian Martinz.
Así se incorporan nuevos espacios al Festival, como La Tierra Invisible (Del Barco Centenera 1099), un centro cultural fundado recientemente por el bandoneonista Julio Coviello (del Cuarteto Cedrón, ex Fernández Fierro). La grilla habitual del espacio (Noche de bandoneón el jueves y Milonga Cañón, con tangos del siglo XXI los viernes) se incorporarán por esta semana a la programación del festival. “También sumamos a la Asociación Española de Socorros Mutuos, una guitarreada en el mural de Floreal Ruiz que inauguramos el año pasado”.
Además, el homenaje al cantor histórico del barrio (“nuestro Gardel”, lo define Scarlassa) terciará también con la inauguración de una sala que el Museo de Flores le dedicará exclusivamente a partir de objetos donados por sus nietos. “Ellos nos contaron que su padre había luchado mucho por el reconocimiento de Floreal, y nosotros nos sumamos para acompañarlos y lograr que estas cosas que quedaron truncas a futuro puedan realizarse. Creemos que se merece esa presencia en nuestro barrio y de ahí surge la idea del sector suyo en el Museo. Sus familiares van a donar objetos y cerraremos el festival con esta donación. Es recuperar la memoria cultural y territorial. Y esperamos que la coronación de todo esto sea conseguir darle su nombre a una calle, como el Tata se merece”.
Enchufadísimos
La experiencia de febrero del Primer Festival de Tango Electrónico de Buenos Aires dio buenos frutos. Su excelente convocatoria dejó a las claras que hay un público en la Ciudad interesado en el subgénero y buscando un espacio de pertenencia. Por eso parte de la organización avanza ahora con el proyecto de Primavera Electrotango, dos jornadas –mañana viernes y pasado sábado- que reunirán a una quincena de grupos y artistas que se especializan en esta variante del tango o que la visitan ocasionalmente. Además de bandas claves del electrotango, como Tanghetto, Narcotango u Otros Aires habrá otras que pisan fuerte, como Cachivache Orkesta, Tangorra, Lilí Gardés o los marplatenses Moon Riders.
También habrá exhibiciones de baile, como las de Mario Rizzo (referente del tango freestyle) o de Hugo Mastrolorenzo con Agustina Gómez. También habrá proyecciones a cargo del VJ Ignacio Amatriain. Pero claro, si se habla de electrónica, suele hablarse de DJs. Aunque aquí la propuesta en su formato es la de una milonga, antes que la de una rave, los parlantes omitirán los clásicos del ’40 tan frecuentes en las pistas porteñas. Fran Borra, Fer Bietti, Felipe slimobich, Meta Folk, la turca Mora Idil y Tandas Nuevas aportarán lo suyo para que cada noche tenga sus momentos de puro baile.
Es que, con tantos festivales, parece haber vuelto la primavera al tango. Es hora de salir a la calle.