El presidente Gabriel Boric es la cara de la última tapa de la revista estadounidense Time, que lo define como "un nuevo tipo de líder de izquierda", a solo cuatro días de que Chile vote en un crucial plebiscito el texto de una nueva Carta Magna. Boric reconoce que el "No" puede imponerse en la votación, pero de todas formas tendrá que "continuar con el mandato del pueblo porque tenemos un consenso para una nueva Constitución y la necesidad de actualizar los fundamentos de nuestra sociedad".
Respecto a si un rechazo al texto propuesto significaría convocar a una nueva Convención Constitucional, Boric fue claro: "Es lo que como gobierno debemos hacer. El pueblo así lo ha decidido. Podemos estudiar los detalles, pero es el mandato primordial". Time destaca que Boric fue una de las caras visibles del estallido social de octubre de 2019, cuando explotó la ira acumulada de décadas por parte de una población disconforme con una amplia desigualdad social. De esas movilizaciones masivas surgió la propuesta de redactar una nueva Constitución que reemplace la de 1980, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Sus primeros meses de gobierno
La entrevista, de tono amable (Boric es presentado en portada como "La nueva guardia"), toca una gran variedad de temas incluido el de una supuesta vacilación a la hora de gobernar y de enfrentarse a cuestiones como los fondos de pensiones o la seguridad, ante lo que el mandatario se defiende y dice que sus responsabilidades como gobernante "son muy distintas a las que fueron en otros momentos".
"Soy presidente de todos los chilenos, así que a veces tengo que hacer cosas que me disgustan. En política, cambiar de postura no es debilidad siempre que sea coherente con tus principios (...) Me preocupa más la gente que no cambia de opinión", afirma el exlíder estudiantil.
Sobre el conflicto mapuche, Boric reitera que "el estado de emergencia no es la solución, (pero) tuvimos que aplicarlo porque los desafíos a la seguridad eran graves". Y a continuación se muestra optimista en que "la solución llegará a través del diálogo entre el pueblo mapuche y el Estado chileno", pese a la actitud de "algunos grupos no representativos del pueblo mapuche que están armados y no tienen interés en el diálogo".
Un Chile "más allá del capitalismo"
La entrevistadora de Time señala sus ataques al neoliberalismo y le pregunta a Boric si se considera socialista, frente a lo cual el presidente recuerda que su gobierno "aspira a una forma de organización que vaya más allá del capitalismo", porque las políticas neoliberales en Chile "redujeron el estado a su mínima expresión y generaron un individualismo radical".
"Creo en la tradición liberal socialista pero no en un estado que controla todo como el socialismo del siglo XX, que fracasó", proclama Boric. Sobre cómo esto se refleja a nivel continental, el mandatario también se explaya: cita como próximos al colombiano Gustavo Petro y al brasileño Lula da Silva, pero marca claras distancias con el nicaragüense Daniel Ortega: "Soy muy crítico con las tendencias autoritarias en la izquierda continental, y eso me ha costado muchas críticas".
Eso no significa que apoye la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de los foros continentales, como propugna Estados Unidos, ya que considera que "la exclusión no ha funcionado para corregir las cosas: si tenemos eventos multilaterales y solo van los que están de acuerdo, no tiene ningún sentido", opina el mandatario.
"Posible golpe en Brasil"
Blanco de críticas de su par Jair Bolsonaro, Boric elogia el manifiesto en defensa de la democracia en Brasil, lanzado en San Pablo a principios de agosto por un centenar de asociaciones, entre ellas influyentes patronales industriales y bancarias, así como sindicatos y la universidad de esa ciudad. En opinión de Boric, América latina "debe reaccionar ante un intento de golpe de Estado contra la democracia".
Estos dichos se publican después de que el gobierno de Chile convocara, el lunes, al embajador de Brasil en Santiago, Paulo Roberto Soares Pacheco, para que brinde aclaraciones sobre los ataques realizados por Bolsonaro contra Boric durante el primer debate con los candidatos a la presidencia, de cara a las elecciones del dos de octubre. Bolsonaro criticó a Lula por su afinidad con otros líderes de izquierda y recordó que Lula apoyó a Boric en Chile, quien "prendía fuego en el metro".