Cada vez más empresas se suman a la moda pet friendly con todo tipo de productos y servicios. A los ya clásicos cortes de pelo, juguetes y snacks, en los últimos años se les sumó un rubro que no para de crecer: el de velatorios para mascotas. Si los animales domésticos ocupan un rol cada vez más importante en la vida de las personas que habitan en las ciudades, ¿Por qué no ofrecerles una despedida especial cuando llegan al final de su vida?
"Hoy la mascota tomó un rol principal en la familia, es inexplicable lo que siente una persona por una mascota", cuenta Ignacio Herrero, dueño de Cochería Herrero y Cremaciones de Mascotas, de la localidad bonaerense de Lanús. Según relata en diálogo con este medio, hace 10 años se dedica al rubro, pero "en los últimos 3 años subió un 100% el servicio" de sepelios para mascotas, porque las familias desarrollan sentimientos muy fuertes con los animales.
Algo parecido opina Sergio Retamar, director de Funeral Pets, en Paternal, asegura que en su empresa las consultas por despedidas para mascotas también crecieron y lo adjudica a que hoy "una mascota es como un miembro más de la familia". Tanto es así, que —cuenta— en uno de los últimos funerales realizados en su empresa, además de la familia que despedía a su perro y su círculo de amigos y seres queridos, otros animales se acercaron a darle el último adiós a la sala velatoria.
Para personalizar las despedidas, las empresas de servicios fúnebres para mascotas reciben las pertenencias de los animales y decoran con ellas las salas. Sergio Retamar cuenta que, hasta ahora, nunca recibieron flores o coronas en sus servicios, pero consideró que si las envían, serían bien recibidas.
Velorios de mascotas: ¿Cómo es la ceremonia?
Los velorios de mascotas pueden realizarse en empresas que se dedican exclusivamente al reino animal o en cocherías que también ofrecen el servicio para seres humanos. En cualquier caso, la sala está disponible el tiempo que la familia lo desee, aunque por lo general las despedidas duran entre 40 minutos y una hora. En algunos casos, también la ceremonia se realiza en la casa de la familia de la mascota fallecida.
Una vez que los restos del animal son preparados por los trabajadores de la sala, son colocados en un "pedestal" compuesto por una camilla con sábanas blancas que cubren el cuerpo de la mascota, pero dejan su rostro al descubierto. Así, el círculo familiar puede ingresar a despedirse. En esta instancia, algunas personas optan por personalizar el lugar con los juguetes preferidos de su mascota o —por ejemplo— con la manta en la que solía dormir la siesta.
"Nosotros tenemos dos tipos de camillas, una que es igual a la que se utiliza para los humanos y otra camilla más chica, que es para los animales más pequeños", cuenta Ignacio Herrero de Cremaciones de Mascotas. Es que el servicio se ofrece para todo tipo de animales domésticos: perros, gatos, cobayos, loros y hasta conejos pueden ser homenajeados por sus familias.
Respecto a como manejan el trato con la familia del animal fallecido, Herrero detalla que usan "el mismo protocolo y ceremonial previsto para los servicio fúnebre de humanos".
Otra opción para homenajear a las mascotas fallecidas son los videos conmemorativos. Para ello, las familias entregan las mejores fotos o filmaciones de su perrito o gatito y la empresa —en este caso el servicio lo ofrece Funeral Pets— se encarga de confeccionar un video emotivo que es subido a YouTube a modo de despedida.
Luego del homenaje, ocurre la cremación. En este punto hay varias opciones: puede ser individual, con devolución de cenizas, o colectiva, sin devolución. Además, se ofrecen diferentes elementos para recordarlos a las mascotas para siempre, a modo de souvenirs, como “collares para agregar (en un dije) cenizas, urnas de madera o biodegradables o huellitas en arcilla", detalla Retamar.
Velorios de mascotas: ¿Cuánto salen?
Las empresas que se dedican al rubro de sepelios de mascotas ofrecen distintos tipos de servicios. Desde los más básicos, que incluyen la ceremonia en la sala velatoria más la cremación, pero sin la entrega de cenizas, hasta los planes prémium que suman videos conmemorativos, souvenirs y hasta la personalización de urnas con fotos del animal difunto. ¿Cuánto cuestan?
Animales pequeños: $6000 a $8000 aproximadamente.
Animales medianos: $12.000 a $24.000 aproximadamente.
Animales grandes: $18.000 a $32.000 aproximadamente.
Animales medianos y grandes con servicio completo: $22.000 a $36.000 aproximadamente.
Además de variar de acuerdo a las prestaciones que ofrece la empresa, los precios cambian de acuerdo al tamaño de los animales que se desea despedir, pero no de acuerdo a la raza. Cuando se habla de animales pequeños se trata de conejos, loros, tortugas, ratones y peces. Los animales medianos pesan entre 20 y 30 kilos. En tanto que los animales grandes pueden llegar a pesar 50 kilos o más.
Velorios de mascotas poco comunes
Además de perros y gatos, algunas personas buscan realizar ceremonias de despedida para animales no domésticos. En esos casos, velarlos puede implicar un riesgo legal. "Rozas con la ilegalidad haciendo esas cosas, nosotros llenamos una planilla de ingreso para ir a un crematorio privado y si pones un chimpancé estas en un aprieto, pueden llegar a tener un problema legal las familias, yo lo deniego un servicio así", alerta Ignacio Herrero.
Por su parte, Fabián Pérez, que se dedica exclusivamente a la cremación de mascotas en su empresa Amadas Huellas, de Villa Urquiza, cuenta que a lo largo de los ocho años de trabajo que acumula en el sector le hicieron todo tipo de pedidos, muchos de ellos inusuales. "Nos han llamado por tres pescados, una llama, que yo pensé que me estaba cargando y le dije que me mande la foto de la llama para ver el peso y era verdad", comenta. "El otro día cremé una paloma que la rescató una chica de la calle, la cremé como cremo de todo: cobayos, ratas hámsters…", completa.
Sin embargo, Brenda Scherma, que también forma parte de la misma empresa, cuenta que el caso más extraño que le tocó protagonizar fue el de una señora que quería asistir a la cremación de su mascota, algo que no está permitido, por lo que la mujer les propuso que la contrataran como empleada solo por un día "para poder ir al crematorio para ver como se hacía todo" y que después la despidieran. Pero, cuenta, la compañía no accedió.
Cremaciones gratuitas en el Instituto Pasteur
Según datos obtenidos del Informe de Tenencia responsable y sanidad de perros y gatos, basados en la Encuesta Anual de Hogares 2018 de la Ciudad de Buenos Aires —los últimos difundidos— se estima que en la Capital Federal hay unos 475.000 perros y 295.000 gatos. A esta cifra, que se cree que se disparó con la pandemia de coronavirus, hay que sumarle otros animales domésticos, como pájaros, peces, cobayos… aunque no hay información oficial al respecto.
Por motivos sanitarios, el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, ubicado en Parque Centenario, ofrece el servicio de cremación de mascotas de manera gratuita. La única condición para acceder al servicio es que el o la solicitante sea mayor de edad y asista al centro de salud con su DNI.
En el caso del Pasteur, las mascotas se incineran de manera colectiva. Por este motivo, el hospital no entrega urnas con cenizas. "Es un horno grande en donde creman colectivamente, yo lo llamo El Arca de Noé", explica el empresario Fabián Pérez.
Cementerios de mascotas
En una ciudad donde la mayoría de su población vive en departamentos, la despedida de mascotas se complica porque no todos tienen la posibilidad de enterrarlas en un jardín propio y hacerlo en parques, plazas o al costado de autopistas no está permitido, por sus riesgos sanitarios.
Según relata el médico veterinario especialista en homeopatía Miguel Longo (M.P.:5841) hace 30 años en Buenos Aires existían dos cementerios de mascotas: uno en San Miguel del Monte y otro en Olivos, llamado "El jardín del amigo". "Ellos fueron los pioneros. En un momento se hacían las visitas una vez por semana. Después la gente dejó de abonar ese costo", recuerda el especialista.
"He visto a la noche en el Parque Chacabuco a alguno enterrar un animal, pero cada vez son menos, la gente toma cada vez más conciencia de que eso no se puede hacer", agrega el veterinario y detalla que la modalidad más común gestionar los restos de una mascota fallecida en el consultorio es contactarse con una empresa que retira los restos y realiza la cremación.
Sin embargo, "si uno entierra a una buena profundidad, sin ningún plástico para que el animal se degrade no hay ningún riesgo. Puede haber algún riesgo si hay otro animal que lo desentierra y tiene alguna enfermedad infecciosa", aclara Longo.