El presidente de Colombia, Gustavo Petro, destacó este jueves las medidas tomadas en la capital del país, Bogotá, para enfrentar los problemas de seguridad, lo que llevó a que sea la ciudad menos violenta de la nación.
Petro fue alcalde Bogotá entre 2012 y 2015, y aseguró que el "éxito" de esta ciudad en reducir la violencia en los últimos 30 años se debe a una política de seguridad diferente a la usada por los gobiernos nacionales. La clave, dijo, está en una fuerte inversión social, en educación pública y en enfrentar la exclusión social.
"En 30 años Bogotá no ha construido más cárceles ni aumentado su pie de fuerza, sin embargo, ha disminuido, en nueve veces, su violencia. Hace dos días Medellín completó 7 días sin homicidios, nunca antes lo había logrado. El delito disminuye si hay inclusión social", afirmó el mandatario en Twitter.
Explicó que la tasa de violencia se mide según la cantidad de homicidios por cada 100.000 habitantes. Dijo que Bogotá es la ciudad menos violenta de Colombia porque pasó de una tasa de 93 homicidios por 100.000 habitantes en 1993, a una de 11 cada 100.000 en 2022.
El último informe publicado en julio por el gobierno de Bogotá, se destaca que durante el primer semestre de este año hubo una reducción de 16% en los homicidios respecto con el mismo periodo de 2021.
Entre enero y junio de este año se presentaron 467 homicidios frente a 556 hechos registrados en el primer semestre del 2021, se dice en el informe. "Con este resultado, la ciudad registró el menor número de homicidios en el primer semestre de los últimos 20 años", se afirma.
La alcaldesa de Bogota, Claudia López (del partido Alianza Verde, aliado de Petro), expresó a inicios de agosto que la mitad de los asesinatos en la capital del país ocurren por "acciones sicariales y ajustes de cuentas" y la otra mitad por "intolerancia social".
Este miércoles, Petro se reunió con López en el marco del consejo de seguridad con el objetivo de analizar el asunto.
La alcaldesa le pidió al mandatario mantener al tanto a la ciudad sobre los avances de la paz total, liderar el plan Desarme por la Vida, que consiste en trabajar en conjunto con las alcaldías locales para que los ciudadanos entreguen voluntariamente armas de todo tipo, y también sugirió que le dé un "mensaje de urgencia" al proyecto de justicia restaurativa, que trata de afrontar la delincuencia enfocándose en la compensación del daño a las víctimas, haciendo a los delincuentes responsables de sus acciones e involucrando a la comunidad en la resolución del conflicto.