“Tres mujeres, en tres países distintos, escriben obras donde la sensación de colapso inminente choca con las narrativas con las que el progreso, el colonialismo y el patriarcado han llevado adelante la idea de mundo en la que vivimos. Todos estos textos piensan cómo sobrevivir o por qué sobrevivir”, explica el colectivo Piel de Lava (Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes) sobre las obras de la 1° edición de la Temporada Fluorescente lanzada por la plataforma homónima, un dispositivo de creación transdisciplinar que promueve la colaboración entre artistas de distintas geografías. Del 2 de septiembre al 30 de octubre podrán verse obras de Uruguay, Brasil y Finlandia.
Malena Schnitzer, productora de la Plataforma Fluorescente, asegura que “conectar a creadorxs de distintas geografías y realidades permite correr de alguna manera los límites, no solamente geográficos sino maneras de producir e imaginar, es decir, expandir nuestro paisaje de acción”. En el mismo sentido, se propusieron impulsar nuevos lenguajes desde la curaduría e invitar a un grupo como Piel de Lava para “desarrollar el diálogo conceptual y temático entre las obras, las autoras y lxs artistas que pondrán en escena las piezas”.
Bajo el lema curatorial “El mapa de nuestro tesoro. Cartografías de supervivencia” se presentarán las tres piezas seleccionadas: En este mundo loco, en esta noche brillante, de la autora brasileña Silvia Gomez, podrá verse en Estudio Los Vidrios, mientras que en El Cultural San Martín se estrenarán Freeshop, de la uruguaya Victoria Vera, y Segunda naturaleza, de la finlandesa Pipsa Lonka. Además, Piel de Lava invitó a Wo Portillo del Rayo, Paco Fernández Onnainty, Lula Bauer, Juan Laxagueborde, Leandro Arecco y Zypce a formar parte de la publicación colaborativa digital que acompañará la propuesta y reunirá creaciones y reflexiones en torno al proyecto curatorial.
Las integrantes de Piel de Lava hicieron una gran lectura, eligieron tres piezas y así se terminó de definir el concepto curatorial que las encuadra. “Estos materiales hablan de su época y los une cierta sensación de colapso en la humanidad, con una mirada muy puesta en el ecofeminismo –señala Valeria Correa–. La llamamos sensación porque no es una certeza y tampoco somos nosotras quienes podamos darla, pero todas traen una impresión de fin de mundo en sus universos: el tiempo y el espacio en el que transcurren, los conflictos y la interacción de los personajes con eso”.
En relación a las obras, la actriz dice que no vienen a dar una respuesta pero sí plantean cuestiones similares desde ópticas diferentes: “Tanto en la brasileña como en la uruguaya sentimos que hay una salida desde el cuidado. Las mujeres hemos sido históricamente entrenadas en este tipo de tareas y, aunque se nos hayan impuesto desde hace siglos, son un arma que conquistamos o que podemos conquistar para convertirla en un superpoder y desbaratar ciertas cuestiones. La obra finlandesa, en cambio, trae una problemática distinta dentro de la misma sensación de fin de mundo. Es mucho más pesimista”.
La directora Nayla Pose estará a cargo de la puesta de En este mundo loco, en esta noche brillante. Cuando se le pregunta cuáles fueron sus impresiones en la primera lectura, dice: “Empecé a leer la obra de Silvia y me la devoré. Me pareció poética, bella y muy lúcida. Ese combo disparó rápidamente el imaginario. La obra toca un tema tan fundamental como urgente: la violencia hacia las mujeres. Me conmovió mucho su enfoque, porque el tratamiento que hace sobre el personaje de la víctima no habilita la revictimización ni los lugares comunes”. Gomez construye un clima distópico signado por la aridez y la devastación: el llamado Kilómetro 23 donde se encuentran una vigilante y una joven que ha sido agredida sexualmente. Pose explica que trabajó la puesta de esta pieza tan absurda como poética a partir del diálogo entre dos registros: uno más clásico sobre el que se monta la ficción y otro destinado a develar el artificio para cargar la obra de nuevas texturas y expandir sus propios límites.
“Tratamos de evidenciar el procedimiento, que todos los trucos sucedan a la vista del espectador para generar en esa convención otra relación con la verdad. Es un tema que me interesa especialmente, por eso me impactó cuando las chicas de Piel de Lava me ofrecieron leer el material. La obra está atravesada por ejes temáticos y estéticos que me seducen e interpelan”, destaca Pose, y señala que la música tendrá un papel fundamental: “Con Sebastián Schachtel armamos una suerte de dramaturgia musical que funciona como esqueleto que sostiene y nutre la pieza. La música es un lenguaje que ayuda mucho a hablar de lo que no se puede hablar o de lo que no se sabe cómo decir”.
Al frente de Freeshop estará el grupo BESA. Tomás Masariche, uno de sus miembros y director general de la puesta, cuenta: “El texto es una locura, cuando hablamos con la autora entendimos más. La primera sensación fue la de estar abriendo un material íntimo y, al mismo tiempo, muy atrapante en las imágenes que proponía. Sin dudas era inquietante pensar en el montaje”. La obra de Vera transcurre en el año 2006, en pleno conflicto de las papeleras, y sus protagonistas son un grupo de mujeres que trabajan en el freeshop del Buquebus que une las costas de Montevideo y Buenos Aires.
El principal criterio que guió al colectivo fue el distanciamiento de una puesta automática del texto en lo que respecta a escenografía, luz, sonido y otros elementos. “Es difícil en procesos tan cortos de creación (ocho semanas), pero estamos acostumbrados. Hay que sostener la incertidumbre hasta el final para no caer en automatismos o gestos espontáneos de montaje que nos alejen de nosotrxs como creadores”, explica Masariche, y agrega que la sensación de colapso está presente en todos los textos: “También está en nosotrxs, lo estamos viviendo. Freeshop parte de una premisa de extrañamiento y tiene como protagonistas a dos estados sudamericanos en conflicto, cuatro trabajadoras mujeres cis mal pagas, un transporte público colapsado de pasajeros con ganas de consumir sin impuestos y a los típicos hombres de negro que ya no sabemos diferenciar entre políticos y empresarios. Y lo más importante, asambleas vecinales y organizaciones sociales. Me parece que algo de esto nos resuena muy de cerca”.
La dupla conformada por Diego Rosental y Cecilia Meijide estará a cargo de la dirección de Segunda naturaleza, que explora la esencia de lo humano, el vínculo con otras especies y el valor intrínseco de la vida a través de una sucesión de micro-escenas. Lxs directores la describen como una dramaturgia lejana a la idiosincrasia argentina, escrita en un lugar completamente diferente, con otras posibilidades de producción y otras maneras de concebir al teatro. “Nos preguntamos cuáles son esas preocupaciones en relación al apocalipsis, al fin del mundo, a la relación del humano con el reino animal, a nuestro vínculo con lo desechable, lo artificial y lo diferente. Estas cosas pueden verse desde diversos ángulos, pero a la vez son inquietudes universales”, afirman.
En relación a los desafíos a la hora de montar la obra de Lonka, señalan el abordaje de un texto en el que las imágenes y las didascalias están muy bien especificadas. “Nos interesa hacer foco en la relación animal-humano, qué los acerca o los diferencia, cuál es esa brecha, cómo adquirimos hábitos que hacen que dejemos de ver la belleza que está delante de nuestros ojos y cómo dejamos de cuestionarnos cuál es nuestro lugar en el mundo, muchas veces destructivo”. Meijide y Rosental advierten que no es una obra optimista sino más bien un llamado de atención, y que la idea de colapso está presente porque son seres llevados hacia la muerte y eso es lo único que los iguala. “Esta relación humano-animal quizás también pueda habilitar un nuevo modo de ver y vincularnos con lo que nos rodea desde un lugar de empatía y amor para generar un cambio”.
La importancia de los espacios
Esta primera edición se desarrollará en El Cultural San Martín y en Estudio Los Vidrios, a cargo del actor, director y dramaturgo Lisandro Rodríguez. Allí podrá verse el montaje de la pieza brasileña dirigida por Nayla Pose quien, a su vez, dirige hace 15 años El Brío, un espacio de características similares en el barrio de Colegiales. Hace poco recibió la noticia de que deberá mudarse porque los dueños se asociaron con una empresa constructora: donde había un teatro, ahora habrá un edificio. Cuando se le consulta por el valor de estas salas, Pose destaca: “Son espacios de investigación donde la lógica del capital no entra. Lo complejo es el equilibrio porque, a la vez, forman parte de un sistema capitalista y patriarcal que, por lo general, se rige por el dinero. Son espacios importantes para el desarrollo de nuestras estrategias de supervivencia y el encuentro con otras lógicas, por lo tanto, de vital importancia para nuestra cultura. El Brío no sólo es una sala de teatro sino también una escuela, un espacio de residencia donde muchos artistas investigan y desarrollan lenguaje, un lugar para crear y equivocarse. Estudio Los Vidrios es un espacio hermano, a Lisandro lo conozco hace muchos años y su sala me ha cobijado en otros momentos también. En estos espacios definitivamente entran otras lógicas”.
* Freeshop (Uruguay) se estrena el viernes 2 a las 21 y Segunda naturaleza (Finlandia) el sábado 10 a las 21, ambas en la sala 3 de El Cultural San Martín, Sarmiento 1551. En este mundo loco, en esta noche brillante (Brasil) se estrena el domingo 4 a las 19 en Estudio Los Vidrios, Donado 2348. Más información en Plataforma Fluorescente.